Entre los 2 y los 7 años el 50 a 70% de los niños y de las niñas tiene un amigo o amiga imaginario. No se trata de ninguna patología, sino de algo normal en la niñez. La infancia es una etapa mágica y llena de fantasía en la que los niños desarrollan su imaginación de manera desbordante. Uno de los fenómenos más intrigantes y a la vez encantadores de la niñez es la creación de amigos imaginarios.
¿Qué es un amigo imaginario?
Los amigos imaginarios son compañeros ficticios que los niños crean en su mente y con los que interactúan como si fueran personas reales. Nos sorprende el nivel de creatividad, fantasía e imaginación, ya que pueden tomar muchas formas y tamaños, desde personas hasta animales, seres mágicos o incluso objetos inanimados los cuales tienen nombres, personalidades y características exclusivas, y pueden pasar horas jugando e involucrándose con ellos.
El juego imaginativo se empieza a desarrollar a partir de los 18 meses y aporta grandes beneficios como, por ejemplo, desarrolla el vocabulario, los invita a desarrollar una personalidad más flexible, nos permite obtener información sobre su desarrollo socioemocional, promueve la anticipación y la capacidad de planificar, regula sus emociones, desarrolla habilidades sociales, y mucho más.
¿Por qué aparecen los amigos imaginarios en la mente de nuestros hijos?
Pero ahora nos preguntamos: ¿por qué aparecen estos personajes en la mente de nuestros niños? Sabemos que su cerebro hasta llegar a la madurez total le requiere de muchos años, muchos cambios, muchas experiencias, pero, sobre todo, muchas emociones que necesitan compartir con las personas que los rodean.
La creación de amigos imaginarios es común en la infancia, y existen varias razones por las que los niños recurren a ellos:
1. Desarrollo de la imaginación
Los niños tienen una imaginación desbordante, y crear amigos imaginarios es una forma de expresar y desarrollar esta creatividad. Les permite inventar historias, jugar roles y explorar su mundo de una manera completamente nueva y emocionante.
2. Compañía
Los amigos imaginarios a menudo se convierten en compañeros leales que están siempre disponibles para jugar y conversar. Esto puede ser especialmente reconfortante en momentos de soledad o cuando los niños enfrentan situaciones difíciles, como mudanzas o cambios en su vida.
3. Experimentación social
Los amigos imaginarios también pueden servir como un medio para que los niños practiquen habilidades sociales. Pueden ensayar conversaciones, aprender sobre empatía y comprensión, y experimentar con diferentes dinámicas de amistad en un ambiente seguro y controlado.
4. Exploración de emociones
Los niños pueden usar a sus amigos imaginarios como confidentes para compartir sus emociones y pensamientos sin temor al juicio. Esta práctica les ayuda a procesar sus sentimientos y a desarrollar habilidades emocionales importantes.
Existen múltiples indicadores por los cuales surgen estos personajes en su imaginación, pero el factor clave es la creatividad. Cuanto más alto sea su nivel de creatividad y fantasía, habrá mayor probabilidad de que aparezca o tenga un amigo imaginario.
¿Debemos preocuparnos?
Sabemos que la creación de amigos imaginarios es una parte normal del desarrollo infantil y, en la mayoría de los casos, no es motivo de preocupación. De hecho, puede ser una señal de que un niño tiene una imaginación activa y saludable. Como padres debemos fomentar la creatividad de nuestros hijos y, por supuesto, respetar su interacción con amigos imaginarios, ya que esto puede ser una forma valiosa de expresión y juego.
“Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”. El Principito.