Hoy en día hay evidencias científicas que sugieren que el aprendizaje, la atención y la memoria están profundamente influidos por las emociones. Si estamos bloqueados emocionalmente, por el motivo que sea, es muy difícil aprender. En cambio, si algo nos apasiona, el aprendizaje fluye sin que nos demos cuenta.
Vivimos en un mundo muy exigente que va a un ritmo vertiginoso. Sobre todo en las grandes ciudades, la vida pasa a una velocidad endiablada. ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad inmediata de respirar y relajarse durante unos minutos? Los niños son mucho más resistentes que nosotros a la presión y a los cambios, tanto física como psicológicamente, pero ¿de verdad pensamos que no les afecta nuestro estrés y nuestras descargas emocionales?
“Tranquilos y atentos como una rana”
Yo creo que sí, que algo les afecta, sobre todo a los que son más movidos y les cuesta centrar su atención. Hace poco encontré un libro muy útil para ayudar a padres y niños con este tipo de problemas. Se titula Tranquilos y atentos como una rana y está editado por Kairós. Su autora, Eline Snel, es una terapeuta holandesa que ha desarrollado un método de meditación específico para niños y ha fundado la Academia Holandesa para la Enseñanza de la Atención plena. Imparte cursos a profesores, psicólogos, padres y niños. Las ventajas de su método son tales que el Ministerio de Educación de Holanda ha decidido ofrecer a todos los maestros que lo deseen formación en “atención plena” o “mindfulness”.
Se trata de un libro para profanos que incluye un CD con meditaciones guiadas para niños con sus padres. Es como un libro de instrucciones. Muy sencillo. No hay que saber nada de meditación para empezar a practicar, porque se trata precisamente de eso, de no hacer nada. Sólo respirar y oxigenar nuestro cerebro. Estar atentos a lo que está pasando en el momento presente. Sin juzgarlo.
El CD incluye 11 meditaciones pensadas especialmente para niños desde los 5 hasta los 12 años. La más corta dura 4 minutos y la más larga 10. Las hay para todos los gustos. Por la experiencia que yo he tenido con mi hijo, os puedo decir que los niños responden sorprendentemente bien y entienden perfectamente el concepto de estar como una rana, sin moverse y atento a todo lo que pasa. Al principio puede que les cueste un poco estarse quietos, pero poco a poco se van relajando… ¡Y les gusta!
Experiencias de meditación infantil
Mindfulness para niños responde a la gran necesidad existente para encontrar un poco de tranquilidad, tanto física como mental, entre tantas horas de colegio, actividades extraescolares, deberes, celebraciones… ¡Demasiadas cosas! Eline Snel recomienda practicar meditación 10 minutos al día para notar sus beneficios, que asegura son muchos. Según afirma, después de su entrenamiento en los colegios, los profesores apreciaban más tranquilidad y concentración en las clases, mientras que los niños se mostraban más seguros de sí mismos y controlaban mejor sus impulsos.
Hasta hace poco, la meditación para niños era un campo prácticamente inexplorado, pero ahora se sabe que para que un método de meditación sea útil no tiene que ser necesariamente complicado. Las técnicas de relajación basadas en la meditación se están aplicando en el campo de la educación con excelentes resultados. En colegios de Nueva York, después de los atentados del 11 de septiembre, se puso en marcha un programa denominado “Inner Resilience Program” (Programa de Resiliencia Interior) que incluyó ejercicios de relajación y yoga para niños y profesores. Los resultados fueron tan estupendos que el programa se ha extendido a otros distritos.