¿Hay niños malos? ¿O los hacemos malos?

¿Crees que hay niños malos, que se burlan de los demás porque han nacido así? ¿O somos nosotros los que hacemos que se porten inadecuadamente?

Este relato es una adaptación de un hecho real con el que te invito a que me respondas a la pregunta que le da título. ¿Crees que hay niños malos que se burlan de los demás porque han nacido así, con esa “condición tan maligna”? ¿O somos nosotros, los padres y las madres, los que – con nuestra educación- hacemos que se porten inadecuadamente? ¿Hay niños malos o hay mala educación?

Es la hora de salida de clase de segundo de Educación Infantil (4 años) de un colegio cualquiera.

Una madre le pregunta a su pequeña si ha logrado completar un ejercicio que sabe que están haciendo en clase.

-Sí, mamá, pero Loreto (su amiguita) no lo ha hecho

-Bueno, pero tú lo has hecho, eso es lo importante. Pobre Loreto, no sabrá hacerlo, no será tan inteligente como tú.

La profesora de esa clase  no sabe qué hacer. Empezó el curso proponiendo a sus alumnas y alumnos un reto divertido: fijaba algunos objetivos – sentarse bien, componer algunas figuras, reconocer alguna letra, guardar un orden en el cuarto de baño-. Cuando estos objetivos los conseguían todos los niños, había fiesta. La idea de la profesora es transmitir la importancia de la cooperación, del trabajo en equipo, del éxito colectivo.

Los niños aguardaban la fiesta con impaciencia, ayudaban a los compañeros a los que les costaba más, ….. pero algunos se burlaban de estos alumnos:

-Eres tonto, no lo has hecho.

-Por tu culpa nos vamos a quedar sin fiesta.

Algunos niños sufrían el desprecio de otros compañeros (de 4 años) y la profesora empezó a recibir quejas de las madres y padres…

-Mi hijo se siente muy presionado y quiero que no hagas esas fiestas.

-Se burlan de mi hija y le dicen que por su culpa no hay fiesta.

La profesora se rindió y anuló las fiestas que tanto gustaban y motivaban a los niños.

Patricia, una madre, le preguntó a su hija si ya habían conseguido el objetivo que la profesora les había propuesto (en esta ocasión se trataba de que todos reconocieran las vocales).

-Sí, mamá – le dijo con alegría… pero con menos énfasis que en otras ocasiones en las que la meta colectiva se había conseguido.

-¡Qué bien!- dijo la madre-. ¿Cuándo tenéis la fiesta?

-Ya no hay fiestas, mami- dijo con tristeza-. Rosa – el nombre de la profesora- las ha quitado.

Patricia fue a visitar a la profesora.

-Clara me ha dicho que habéis quitado las fiestas colectivas. Me parecían una excelente herramienta de motivación que, además, fomenta el trabajo en equipo. ¿Por qué has decidido eso? – le preguntó afablemente

-Yo habría seguido con ellas – dijo la profesora-. Pero tres madres y un padre han pedido que se cancelen porque sus hijos se sienten presionados, humillados por otros alumnos que según estos padres son “niños malos”

-No son los niños los que son malos – argumentó Patricia-. Yo lo he visto, son los padres, los que fomentan la competitividad por encima de la cooperación. Les hacen ver que es importante que ellos sean de los primeros, les reconocen cuando eso ocurre, muestran su disgusto cuando se rezagan. Y transmiten menosprecio sobre aquellos niños que aún no han conseguido lograr la tarea. Por eso los niños se burlan de otros niños. Por culpa de lo que sus padres les enseñan.

-¿Y qué quieres que yo haga, Patricia? – preguntó triste y abrumada Rosa.

-No rendirte. Los niños se lo pasan bien, están motivados y hay que hacerles desaprender – ¡parece mentira que con 4 años tengan que desaprender! – lo que les enseñan sus padres. Otros padres y yo podemos colaborar contigo. Pero no dejes que cuatro padres que enseñan mal y otros cuatro miedosos no te permitan hacer bien tu trabajo.

Una pregunta para ti sobre la que te pedimos que nos des tu opinión: ¿Hay niños malos? ¿O les hacemos malos?

Te proponemos una acción: trabaja en equipo con los profesores. Lleva a tu casa y a tu cole el Pacto por la educación en equipo. Puedes verlo y firmarlo aquí. 

Si quieres leer más sobre educar en valores, te proponemos:

Picture of Leo Farache

Leo Farache

Nacido en Madrid, de la añada del 63. Su vida profesional ha estado ligada al mundo de la comunicación, gestión, marketing. Ha dirigido algunas empresas y escrito tres libros (“Los diez pecados capitales del jefe”, “Gestionando adolescentes”, “El arte de comunicar”). Ha ejercido de profesor – “una profesión que nos tenemos que tomar todos más en serio” – en la Universidad Carlos III, UAM y ESAN (Lima) en otras instituciones educativas. Es padre de tres hijos y ha encontrado en la educación su elemento. Fundó en 2014 la empresa Educar es todo desde donde opera esta iniciativa cuyo objetivo es ofrecer ideas e inspiración educativa a madres y padres que quieren saber más para educar mejor.

Añade aquí tu texto de cabecera

Añade aquí tu texto de cabecera