La escuela es el lugar donde nuestros hijos aprenden, conocen y absorben valores. No todo este aprendizaje sucede en el aula haciendo multiplicaciones o conociendo la anatomía del cuerpo, sino que también se aprende fuera, en los recreos, en los patios. Y es que son espacios donde nuestros hijos e hijas se educan.
Recientemente, los patios del colegio están en boca de la opinión pública, ya que la Generalitat de Cataluña, el pasado diciembre de 2021, realizó una guía de arquitectura para los colegios en donde se mencionaba la eliminación del campo de fútbol en los patios. Se trata de una medida que toma la Generalitat para repensar la arquitectura y distribución de los juegos en el espacio de los patios, fomentar otros juegos y la igualdad.
Desde entonces, ha habido diferentes iniciativas para transformar los patios en espacios no sexistas y coeducativos. Entre ellos, se encuentra la Red de patios inclusivos y sostenibles, que busca “potenciar la accesibilidad, la sostenibilidad ambiental y la participación de toda la comunidad educativa en la configuración del los patios de recreo”. En este proyecto se remodelaron tanto el CEIP Nuestra Señora de la Paloma y el CEIP Santa María como el CEIP San Miguel Arcángel de Moralzarzal.
Pero ¿por qué se consideran los patios de colegio sexistas? ¿Qué significa patios coeducativos?
Patios de colegio sexistas
Los patios de colegio son espacios de socialización en donde los chicos y chicas aprenden valores. El espacio que ocupa el alumnado en él es un reflejo del espacio que ocupa en la sociedad los chicos y chicas. “El espacio físico del centro educativo también habla, también transmite, también enseña: la manera de relacionarse, de estar, el reparto de los espacios, así como el control y las infraestructuras del juego. Esto puede promover el desarrollo de habilidades diferentes en ellas y en ellos y reforzar comportamientos y prácticas que, con el tiempo, fijen los estereotipos de género”, cuenta Sandra Molines en esta guía sobre patios coeducativos.
Las divisiones de los patios tradicionalmente potencian el futbolcentrismo. Es decir, la mayor parte del patio está ocupada por este juego, mientras que alrededor se distribuyen el resto de juegos con un espacio mucho más reducido. Esta división tiene una relación directa con los roles de género.
Tradicionalmente se ha asociado que los niños juegan a deportes con balón como fútbol o baloncesto, mientras que las niñas se dedican a otros juegos que no conllevan tanto movimiento o en los que se pueden mantener en un sitio fijo, como la comba.ç
Afortunadamente, los roles cada vez son menos fijos, pero la socialización por género sigue estando muy presente, y muchas veces es por la falta de referentes. “La socialización diferenciada de niños y niñas conduce a que las niñas tengan menos modelos de referencia e identificación en estos ámbitos [el fútbol] que los niños”, añade Molines.
De este modo, la distribución de este espacio otorga una mayor presencia, como explica la socióloga y exdirectora del Instituto de la Mujer Marina Subirats en su libro ‘Balones Fuera’ junto a Amparo Tomé, a chicos que juegan al fútbol que al resto de personas que practican otras actividades.
¿Qué plantean los patios coeducativos?
Los patios coeducativos buscan, como señala esta investigación, “romper con dicha estandarización e ideas asentadas e impuestas que perpetúan una distribución sexista y un uso jerarquizado las desigualdades de género”.
En la investigación definen coeducación como el término que “surge como una necesidad de corregir las desigualdades sociales que han existido a lo largo de todos los tiempos entre mujeres y hombres y, más concretamente, entre niñas y niños en los centros educativos”. Se trata al fin y al cabo, de analizar, detectar y realizar las modificaciones oportunas para eliminar el sexismo del ámbito escolar.
En cuanto a un patio coeducativo, la propuesta no incluye la prohibición de jugar al fútbol, sino que se trata de ofrecer más opciones de otros deportes no tan universalizados y reservar el espacio para practicarlos. Según Molines, estos patios tienen que seguir varias pautas:
- Diversos: “Se deben garantizar opciones de juegos y espacios para todas las personas. Jugar al ajedrez, bailar, escuchar música, juegos con raqueta…”
- Flexibles: Un mismo espacio puede servir para distintas actividades.
- Interrelacionales: Se deben repartir los espacios de manera adecuada para que se puedan dar todos los juegos sin que uno predomine a otro. “La zona habilitada para el fútbol puede situarse en un espacio periférico del patio, de manera que no dificulte el paso”.
- Seguros: Todos pueden hacer uso del espacio del patio sin peligro.
- Participativos: Todos puedes aportar ideas.