Un test para descubrir de qué color somos y de qué color son nuestros hijos fue la estrella del taller que ofreció Noelia López-Cheda para animarnos a descubrir nuestras fortalezas y las de nuestros hijos, subrayar la importancia de la cultura del esfuerzo y de la actitud, y, además, advertirnos contra la tendencia de padres y madres a poner “el foco en que nuestros hijos lleguen a la media y eso es un problema”. Además, el público se mostró muy interesado por la iniciativa Formación Dual de Lidl, patrocinador de este taller en el Colegio Ramón y Cajal.
Leo Farache, director de Gestionando hijos, abrió el taller en el Colegio Ramón y Cajal señalando que en este taller, tal como ponía en la entrada del colegio “queremos sacar de nuestros hijos su mejor versión”. Noelia López-Cheda tomó la palabra para indicar que e su experiencia como coach en el mundo empresarial y educativo “me llama la atención que en la escuela no se trabajen mucho las habilidades que se necesitan en las empresas”, porque, en realidad, “el mundo de la educación se parece mucho al de las empresas”.
Noelia nos invitó a debatir sobre “por qué alguien elige un futuro profesional”. Hablando de fortalezas y habilidades, Noelia nos puso en la siguiente tesitura: “Si nuestro hijo tiene un cinco en Matemáticas y un 10 en Dibujo, ¿cuántos lo apuntaríamos a clases de mates?, ¿y a clases de dibujo?”. Nos contó Noelia que este ejemplo es real, de la hermana de un compañero. En su casa hubo un debate muy fuerte, pero finalmente la apuntaron a Dibujo. Estudió Bellas Artes, estuvo en las mejores academias “y le han salido oportunidades profesionales por todo el mundo”. Sin embargo, denuncia Noelia, “cuando los niños no encajan en las asignaturas troncales no se ve aceptable a nivel social” y “desde pequeños los niños tienen talento, pero si no encaja con lo que se espera de ellos los padres redirigimos”. Por eso, nos cuenta, unos padres quisieron que su hija, de notas excelentes, hiciera Medicina en lugar de Magisterio (que es lo que ella quería hacer), porque “qué pena de nota”.
Y es que en realidad padres y madres creemos que es mejor que nuestros hijos trabajen sus debilidades para encajar en la media en lugar de potenciar las fortalezas. Por eso Noelia lamenta que “padres y madres ponemos el foco en que nuestros hijos lleguen a la media y eso es un problema”.
El futuro incierto, una oportunidad para conocer nuestros talentos
Noelia subrayó la incertidumbre del momento actual al señalar que “lo que tiene salida profesional hoy en un futuro cercano no lo tendrá”, porque “un 65% de los niños de Primaria de hoy trabajarán en profesiones que hoy no existen” y que, en la actualidad, “un título no garantiza un trabajo. Es una frase dura pero cierta”, del mismo modo que “no hay una relación directa entre buenas notas y buen futuro profesional”.
Lejos de deprimirnos por este panorama tan incierto, Noelia considera que esta situación nos brinda una oportunidad de lujo que es, además, una exigencia: conocer cuáles son nuestros talentos. Pero con el tema de las fortalezas tenemos muchos prejuicios, nos dice Noelia, que nos pone ante una imagen de un delfín y una vaca en el mar. “¿Quién es el crack aquí?”, nos pregunta. La mayoría, afirma Noelia, diríamos que la vaca, porque se esfuerza, pero “quien va a conseguir los objetivos es el delfín. El éxito no es el esfuerzo relacionado con lo que no sé hacer. Y nosotros queremos que nuestros hijos sean vacas en el mar”, denuncia.
Por eso es tan importante conocer nuestras fortalezas. El test DISC nos permite descubrir nuestras fortalezas y las de nuestros hijos. Tenéis información sobre el test aquí. Se trata de un cuestionario que permite medir el comportamiento de las personas basado en cuatro factores: “decisión, influencia, estabilidad y cumplimiento”. Cada uno de esos cuatro factores viene representado por un color y Noelia nos dice que “yo voy a ser mucho mejor en un trabajo que vaya acorde con mi color”. Es un test que podemos usar con nuestros hijos, aunque, nos confiesa Noelia, “ya no sé de qué color es mi hija de 13 años”. Hay cuatro colores: el rojo (extrovertido racional, tiene madera de líder, aunque lamenta Noelia que cuando nos encontramos niños así queremos anularlos por ser mandones en lugar de capacitarlos para un liderazgo positivo), el amarillo (extrovertido racional, son muy habladores y rápidos, alegres y con don de gentes), verde (introvertido emocional, es donde se sitúa la mayoría de la gente, son los buenazos y pegamentos de los equipos, pero es importante trabajar su asertividad, porque suelen aguantar muchos desplantes y luego explotan por una cosita) y azul (intrpvertido racional, son “detallistas y tiquismiquis”. Los niños azules quieren trabajar solos y los profesores les dicen que tienen que relacionarse).
El esfuerzo y la actitud, claves para el talento
No solo es importante conocer nuestras habilidades naturales, también tenemos que trabajárnoslas. Por eso nos enseña a Nadal: su talento es inmenso, pero entrena 10 horas al día. Y nos cuenta que en su casa inculca el esfuerzo “porque todos tienen que arrimar el hombro” y habla a sus hijos de que, aunque le encante su trabajo, le supone un gran esfuerzo también. Y deja claro a sus hijos que por supuesto que tiene días duros, pero lo importante es levantarse tras cada caída, tener una buena actitud.
Ampliar el abanico de posibilidades
Además, el momento presente nos obliga, señala Noelia, a conocer otras realidades, no seguir el tradicional camino lineal que ha caracterizado las carreras profesionales de generaciones anteriores. Por eso conocemos la iniciativa Formación Dual de Lidl, de la mano de Susana, aprendiz que subraya que con este programa tiene la posibilidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo.
Henar Marrón, Gerente de Formación de Lidl, recuerda que en España el nivel formativo de la juventud española no es el que reclama el mercado laboral, que es una formación media que la formación dual quiere ofrecer. Frente a dos graves problemas sociales en España, el fracaso escolar y el desempleo juvenil, fruto de un divorcio entre el mundo empresarial y el educativo, “la Formación Dual es la cremallera que une esos dos mundos”, asegura Henar.
La resiliencia, habilidad clave
Para Noelia, padres y madres deberíamos dejar de tener miedo a que nuestro hijo se frustre, deberíamos huir de tener hijos L’Oréal (esos que dicen “porque yo lo valgo” y cultivar la resiliencia tanto en nosotros como en nuestros hijos: se trata de la capacidad de reponerse ante una adversidad, de salir fortalecidos de ella. Por eso, cierra el taller con esta reflexión: “No hablemos tanto de conseguir sueños, sino de seguir tu camino o tener un objetivo. El concepto sueño está desvirtuando las cosas”.