Volvemos a la rutina, a los horarios, a las prisas por llegar al colegio, a las extra escolares, a la carrera nocturna de ducha, cena, cuento y cama… Las rutinas y horarios benefician a los niños. Y así estrenamos en 2018 con la impresión de que no nos da tiempo a nada. Pero que no cunda el pánico, la psicóloga Silvia Álava y la pedagoga Maite Vallet nos dan claves para que nuestro día a día no sea una carrera contrarreloj que nos arrolla. Un buen propósito para empezar el año, ¿no os parece?
Nos gustaría disponer de más tiempo, pero eso no está en nuestras manos. Tenemos trabajos con horarios extensos, muchos compromisos, llevar a los niños a las extra escolares y al final vivimos siempre con la sensación de “no me da tiempo a todo, tengo que ir siempre corriendo y con la lengua fuera”, como dice Silvia Álava en un vídeo de nuestra plataforma.
Silvia nos propone pararnos a pensar cómo organizamos nuestro tiempo y cómo podemos hacerlo para pasar un tiempo de mayor calidad con nuestros hijos. Para ello Silvia nos propone observar y analizar dónde están las fugas de tiempo: el niño está protestando, le estás mandando más cosas de las que puede hacer a la vez, le estamos sobrecargando de actividades o a lo mejor le estamos pidiendo que haga las cosas más rápido de lo que puede.
Porque a la hora de organizar el día a día solemos planificar los tiempos en función de lo que tarda un adulto y, por ejemplo, le dejamos menos tiempo a nuestro hijo para que se vista, no puede hacerlo tan rápido y nos entran las prisas y el estrés.
Las rutinas y horarios benefician a los niños
Así nos lo cuenta la psicóloga infantil Silvia Álava en este vídeo de nuestra plataforma.
Maite Vallet, formadora de profesores y padres, nos propone en otro vídeo elaborar un horario en familia de las actividades que deben realizar antes de entrar en el colegio y después de salir de él. Si les ayudamos a reflexionar sobre todas las tareas, nuestros hijos se sienten implicados, respetados y satisfechos cuando cumplen los horarios y conocen las tareas que se deben realizar.
Otra ventaja de elaborar un horario de tareas en casa es que, si lo hemos hecho con su participación, realmente juntos, podrían reducirse las peleas por irse al baño o lavarse los dientes, porque es una tarea marcada en el horario que hemos elaborado juntos.
Planificar la agenda y respetar los tiempos pactados
Del mismo modo que en el trabajo bloqueamos tiempo para tareas y lo cumplimos, es importante entender que el tiempo que le hemos dicho al niño que vamos a dedicar a alguna actividad es sagrado. Pero Silvia Álava recuerda que es importante dejar tiempo para pequeños imprevistos para tener un pequeño colchón de tiempo que no nos haga ir corriendo si, por ejemplo, no encontramos un calcetín.
Gestionar el tiempo del niño y hacérselo saber
Por ejemplo decirle que ahora no puedo atenderte porque estoy haciendo la cena pero cuando termine me acercaré. Pero hay que cumplirlo, porque si cuando hemos acabado el niño está tranquilo no vale ponerse con otra cosa. Se trata de respetar ese tiempo que le he reservado. Cuando el niño es pequeño, le podemos dejar con una actividad planificada para que rellene ese tiempo.
Educar niños responsables y autónomos
En realidad ese es el objetivo de la educación, que nuestros hijos sean autónomos. Muchas veces es cierto que no nos da tiempo a todo, pero porque en realidad estamos asumiendo tareas que nuestros hijos podrían hacer por sí solos, como vestirse, ducharse solos o incluso colaborar en la limpieza y el orden en casa. Por eso Silvia nos invita a enseñar a nuestros hijos a asumir sus tareas de manera progresiva, cuando ya estén preparados.
“Si favorecemos su correcta autonomía desde que nuestros hijos son pequeños, será cada vez más fácil porque iremos consiguiendo que cada vez sean más responsables y autónomos, pero hay que darles el tiempo que los niños necesitan”, señala Silvia Álava. Podemos empezar a preparar la mochila con ellos y paulatinamente dejarles que lo hagan y decirles que solo supervisaremos. Cuando yo asumo las responsabilidades de ese hijo o hija al final no aprende, porque piensa: “Si papá o mamá lo van a hacer, ¿para qué lo voy a hacer yo?”, nos indica Silvia.
Priorizar y distinguir lo que es importante de lo que no lo es
En ocasiones nos gustaría cocinar una cena maravillosa, pero no tenemos el tiempo suficiente, así que eso no va a ser tan importante, se trata de resolver la situación. Lo mismo ocurre con las actividades que planificamos por la tarde con nuestros niños.
“En el momento que estamos viendo que tenemos que meter las actividades extra escolares casi casi con calzador y tenemos que ir corriendo de una a otra, hay que pararse y analizar si realmente tiene sentido que haga tres deportes en la misma tarde”, señala Silvia.
Asumir que no llegamos a todo, como nos decía Lucía Galán (Lucía, mi pediatra) y a partir de ahí elegir y priorizar es fundamental para no frustrarnos por no cumplir unas expectativas poco realistas.
Dejarles tiempo libre
Como nos dice Silvia Álava, la mayoría del tiempo de nuestros hijos está planificado por un adulto: profesores, padres, monitores de extraescolares… Es importante, afirma Silvia Álava, que nuestros hijos aprendan a “gestionar su tiempo libre, decidir a qué juegan o simplemente aprender a aburrirse, que es muy bueno”, porque, bromea, “todavía ningún niño se ha muerto de aburrimiento”.
Silvia subraya la trascendencia de que nuestros hijos tengan tiempo libre solos porque, señala, “la única persona que nos va a acompañar toda la vida somos nosotros mismos”, así que es importante enseñarles a “estar a gusto con ellos mismos”.