Papá y mamá se separan…
Tras el verano, se producen 3 de cada 10 divorcios en España. Por eso, María Ángeles Jové Pons se pone en la piel de un niño cuyos padres se van a separar para expresar cómo se siente ante esta situación, su miedo, su tristeza, su rabia…
Hace tiempo que en casa ya no se oyen discusiones y se respira una calma tensa y densa, se habla poco pero las miradas y los gestos son explícitos… Hace tiempo que cuando llego a casa del colegio respiro con dificultad, el aire parece no llegar a mis pulmones, los hombros me pesan y todo me cuesta mucho más.
Llegó el momento del anuncio. Desde ese mismo instante ya nada es igual. Parece mentira como tras esta conversación TODO cambia. Un antes y un después.
He sentido como mi corazón se encogía, se hacía pequeñito pero dolía como nunca. Mi mundo se desmoronaba como una torre de naipes que se cae rota. Unos naipes pesados que se agolpan a cámara lenta haciendo mucho ruido y formando una sucia nube de polvo.
No sé qué decir… No puedo hablar… No quiero hablar… No entiendo nada.
¿Qué pasará conmigo? ¿Qué pasará con mis cosas, con mi habitación? ¿Dónde voy a vivir? ¿Qué pasa con mi vida? ¿Esto es irreversible?
No sé como pediros que me pongáis las cosas fáciles.
Tengo miedo. Mucho miedo.
Os quiero y necesito a los dos. Siento que me faltan recursos para afrontar lo que me viene encima. Por favor, ponédmelo fácil. Es muy difícil para mí entender hoy que esta decisión es la mejor para todos… ¿Para mí también? Quiero confiar en lo que me decís y espero que sea así…
Supongo que será muy complicado para todos por lo que os pido que me lo hagáis fácil. Todo lo fácil que podáis y sepáis.
Siento rabia y mucha tristeza… No sé cómo expresarlas… Noto como aprieto la mandíbula al tiempo que me saltan las lágrimas. Ayudadme con paciencia, abrazos y caricias. Lo necesitaré más que nunca cuando os muestre mi peor cara. No puedo evitar sentir mucha rabia… ¿Qué he hecho yo para que toda mi vida cambie de este modo? ¿Qué tengo yo que ver con todo esto?
Necesito que, a partir de este momento, vuestras palabras, acciones y actitudes me demuestren que sigo siendo lo más importante para vosotros, que sigo siendo vuestra prioridad. Estaré muy pendiente de cualquier detalle, palabra, mirada… Necesito que me digan que la relación con mi padre y mi madre seguirá vigente e intacta y que os vais a responsabilizar de mantenerla siempre cuidada para que crezca fuerte y segura. Me lo merezco. Me lo debéis. Vosotros os elegisteis para ser mis padres y necesito que sigáis aquí conmigo con independencia de que hoy no os entendáis y os separéis. Necesito esta estabilidad y seguridad. No dejéis de dármela. Necesito tener la constancia de que mi relación quedará salvaguardada a pesar de que no seguiréis juntos… ¿Me protegeréis?
Me duele mucho que no queráis o podáis seguir juntos. Sois tan importantes y perfectos para mí, es tan vital para mi que permanezcáis intactos como referentes que he llegado a pensar que es responsabilidad mía, por eso os pido que me digáis, una y otra vez, que no hay culpables, que no he hecho nada malo…
No necesito regalos, cosas, necesito saber que me queréis y que siempre estaréis para mí. No compitáis por mi cariño. ¡No me confundáis! Por favor, ¡No me hagáis elegir! Os necesito a los dos, os quiero a los dos. Mi inmadurez me puede llevar a entrar en este juego… ¡No lo permitáis! Solo me hará daño, me hará sentir vacío, muy vacío. No quiero sentir que me compráis… ¿Me protegeréis?
No me utilicéis de espía ni de mensajero… No quiero hablar por boca de uno u otro, no dejéis nunca de comunicaros, no os provoquéis, elegid bien vuestras palabras… hacedlo por mi. ¿Me protegeréis?
No quiero ser una arma arrojadiza entre vosotros. Por favor, no me utilicéis para haceros daño pues seré quien más lo sufra. Necesito que os respetéis más que nunca. No habléis mal el uno del otro aunque sea verdad lo que decís porque esas palabras se me clavarán en el alma y me pueden destrozar.
No va a ser fácil, por eso voy a aprender tanto de vuestras reacciones, de cómo vais a trataros y a tratarme, de las cosas que haréis y dejaréis de hacer… Te quiero papá, te quiero mamá. Os necesito a los dos. Soy un niño, por favor, ponedme las cosas fáciles… ¿Me protegeréis?
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Imagen de Drew Hays /Unsplash