Con pasión desbordante, Fernando Botella, CEO de Think&Action y profesor universitario, habla en esta conferencia de elementos que hacen que la vida sea chula y que debemos potenciar en la educación de nuestros hijos: la ilusión, el talento y la valentía. Con palabras llenas de vitalidad y entusiasmo, Botella habló de que la vida es incierta y por eso es chula y de la necesidad de ser optimista y cuestionar el estado de las cosas.
Fernando Botella empezó su ponencia con unas palabras muy sugerentes: “Cuando somos niños, todo está por hacer. Somos capaces de crear todo”. Por eso es muy importante que los niños aprendan a elegir, porque “vivir es decidir. Cada uno somos diferentes por las cosas que hemos decidido o han decidido por nosotros, por la capacidad de elegir, de priorizar. Nuestra vida está formada por todas nuestras decisiones”. Ensazla el concepto de diversión, porque “la diversión es la conexión con las cosas que hacemos, porque forman parte de nuestras elecciones. La diversión permite conectarme y concentrarme en lo que estoy haciendo”. La diversión está muy unida a la ilusión, elemento muy importante para que la vida sea chula, porque es “la pulsión vital que nos lleva a conseguir cosas en la vida”. Por eso, Botella cree que “cuando no hay diversión hay excusas” y recalca, en medio de muchas risas del público, que “algunos somos personas y otros zombis. Se nota en cómo te observan, en la capacidad de cuestionarse el statu quo, de ser empáticos. De ese mundo zombi todos podemos salir”. Su apuesta, insiste, “es comprender la realidad desde el optimismo. Es dentro y no fuera de nosotros donde hace mal o buen tiempo. El secreto está en ti”.
Fernando habló del talento, que no considera un don innato, “se construye y tiene que ver con el esfuerzo”. Para construirlo, señala, “hay que saber cuestionarse el statu quo, cuestionarnos hasta dónde me vale lo que aprendí”. Cree que “está muy bien que nos enseñen a pintar dentro. Pero ¿quién, cuando sabemos pintar dentro, nos enseña a pintar fuera conscientemente? En la vida vamos a tener que pintar muchas veces fuera”. Para este experto, “tenemos la capacidad real de intervenir en el entorno. Muchísimas veces no elegimos los cambios. Pero sí puedes elegir la transformación que hay detrás del cambio. La transformación tiene un propósito que tú pones”.
También debemos educar en la valentía, nos cuenta Botella, que es “la capacidad de conquistar el miedo”. Invita a padres y madres a enseñar “a nuestros hijos que el cuento no está acabado, que puede tener un final diferente”. La valentía, dice Fernando, “es una actitud, una disposición mental ante lo que te ocurre”. Para eso, es importante cuestionarnos “¿Qué sí puedo hacer?”. Debemos cambiar el no que hace daño o cierra puertas por el sí, porque “ninguna aventura empieza por un no que haga daño”. Precisamente por eso, propone “enseñar a nuestros hijos a no ponerse en el peor de los casos”, aunque sabemos que muchas veces nosotros solemos hacerlo y cuenta un ejemplo: vamos a un museo y en una sala hay 10 cuadros, se han llevado uno para restaurar y “nos quedamos mirando el hueco”. Para no poner el foco en el peor de los casos y fomentar el optimismo, nos invita a “no confundir lo difícil con lo imposible”.
Esta conferencia entusiasta y vitalista acaba con estas palabras: “La felicidad debería ser una obligación. Para que la vida se chula, como padres, debemos dedicar a nuestros hijos el tiempo que se merecen con el corazón abierto y ayudarles a coleccionar momentos, no cosas”.
