Se acerca el invierno y, con él, el momento de empezar a pensar qué podemos regalar a nuestros hijos. La mayor parte de los padres queremos, además de entretenerlos y divertirlos, aportarles algo más: reforzar lo aprendido en las aulas, estimular habilidades necesarias para el día de mañana… Y es que en muchas ocasiones ya no sabemos cómo ayudarles en su desarrollo y adquisición de herramientas necesarias y, quizá por cansancio, desconocimiento o comodidad, recurrimos en más ocasiones de las que nos gustaría a los dispositivos. Pero estas tecnologías quedan lejos de favorecer la creatividad, la memoria, la atención, el razonamiento lógico o la psicomotricidad fina, entre otras habilidades.
Algo que sí hacen los célebres juegos de mesa, que son un recurso ideal para afianzar el aprendizaje, además de una buena alternativa a las pantallas y, en el caso de Batalla de genios, de Lúdilo, ayudarlos con las destrezas de conteo o la inteligencia lógico-matemática.

Los juegos de mesa: la alternativa ideal a los dispositivos tecnológicos

Ya sean tradicionales o modernos, estos juegos nos han acompañado durante gran parte de nuestra vida contribuyendo a formar parte de nuestra mochila de recuerdos y de momentos en familia. Y ese es precisamente uno de sus grandes beneficios: el de reforzar la relación y el vínculo con nuestros seres queridos, con los que compartimos instantes inolvidables, además de desarrollar una buena gestión de las emociones (asumiendo la victoria o la derrota con sentido común). Así ocurre, por ejemplo, con el juego Carrera de letras, en el que cada grupo ha de encontrar la palabra correcta para conseguir el mayor número de letras posible, mientras potenciamos el vocabulario y el lenguaje.
Pero es que además, los juegos de mesa desarrollan las funciones ejecutivas de nuestros hijos: concentración, toma de decisiones, planificación, control de impulsos, demorar recompensas, regulación emocional, memoria ejecutiva…
Los juegos de mesa desarrollan las funciones ejecutivas de nuestros hijos: concentración, toma de decisiones, planificación, control de impulsos, demorar recompensas, regulación emocional, memoria ejecutiva…
Las inteligencias múltiples y su relación con los juegos de mesa
Si prestamos atención a la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, podremos favorecer, según el juego de mesa del que disfrutemos, alguno de los ocho tipos de inteligencia distintos que existen: la lingüística, la lógico-matemática, la espacial, la musical, la corporal y cinestésica, la intrapersonal, la interpersonal o la naturalista.
Los ocho tipos de inteligencia que existen según la teoría de Gardner son la lingüística, la lógico-matemática, la espacial, la musical, la corporal y cinestésica, la intrapersonal, la interpersonal o la naturalista
Así, si pensamos en una Sopa de bellotas podemos pensar que a priori nada tiene que ver con la imaginación, el conteo, la coordinación óculo-manual y las habilidades motoras. Nos suena a una nueva receta culinaria, pero en realidad se trata de un juego educativo que permite a nuestros hijos aprender mientras juegan.
Los juegos de mesa, un recurso ecológico

Existe, como vemos, una amplia variedad de juegos y cada uno ayuda a fomentar destrezas determinadas. Buildzi nos ayuda con las destrezas de conteo o la inteligencia lógico-matemática, mientras que con ¡Adivina en 10!: mundo animal afianzamos el aprendizaje y la concienciación del medio ambiente. En el caso de ¡Pillado!, nos centramos en el trabajo en equipo y la relación con los demás.
Todo, por supuesto, sin dejar a un lado la diversión y, por qué no decirlo, el respeto al medio ambiente y a nuestra economía, ya que en muchas ocasiones estos juegos se heredan y no se limitan a un solo uso o a quedar posteriormente en el olvido. Algo que agradecen, a buen seguro, nuestros bolsillos.