Si tu hijo tiene problemas para dormir solo, dejar que llore NO es la solución

Padres, pero sobre todo madres (ya que la carga de los cuidados sigue recayendo en nosotras), conocemos bien lo que es levantarse por la noche para calmar a nuestro bebé, e incluso de más mayores. Que nuestros los niños tengan problemas para acostumbrarse a dormir solos no es un trastorno, es algo completamente normal. Respecto a esto, María Soto, especialista en disciplina positiva y fundadora de Educa Bonito, apunta que “es ancestral que los bebés no duermen como los adultos, los patrones de sueño son complicados de encajar en este mundo que culpa, castiga y medica a los niños por ir al ritmo natural al que los niños deben ir. No nos viene bien no dormir una noche porque tenemos que ir a trabajar y rendir en ese trabajo, pero a la naturaleza y al desarrollo del cerebro de nuestros hijos no le importa eso, nos necesitan 24 horas”.

Existe mucha información que afirma que es mejor dejar a nuestros hijos llorando por la noche que acudir a ellos. Es más, incluso hay algunas instituciones públicas que han fomentado esto. En 2019 se publicó una guía realizada por la Comunidad de Madrid y el Hospital del Niño Jesús que recomendaba dejar llorar a los niños cuando se despiertan por la noche. Esta guía aconsejaba no ceder ante los llantos o gritos de nuestros hijos en mitad de la noche, incluso aunque “vomiten por el enfado”, literalmente. Ante esto, María Soto destaca que esta guía no tiene para nada en cuenta “cómo el niño percibe la sensación de abandono, cómo expresa el cansancio, cómo necesita el contacto, qué consecuencias tiene para el cerebro llorar durante media hora inundado de cortisol”. Y, además, añade: “Si algo me hace llorar de terror como adulta, y otro adulto que dice quererme me deja sola de forma consciente para que aprenda, te aseguro que ese adulto va a dejar de existir para mi a nivel emocional”.

Esta guía incluso aseguraba que estos lloros nocturnos de nuestros hijos son “teatro”, por lo que  recomiendan “no entrar en la habitación”. Respecto a esto, María Soto es tajante: “Un niño al que le estás enseñando a dormir aún no tiene capacidad para elaborar un plan de manipulación”.

¿Dejarles llorar o acudir en su ayuda?

Esta guía no es la única que nos lanza este tipo de consejos. Aún hay gente -aunque cada vez menos- que también recomienda ignorar a los niños cuando lloran para conseguir que así “duerman del tirón”. Y escuchando a unos y otros acabamos hechos un lío, sin saber exactamente qué es lo que debemos hacer y, por lo tanto, sea lo que sea lo que hagamos: lo estamos haciendo mal, ¡seguro! (O al menos eso pensamos).

Rafa Guerrero, psicólogo clínico y de salud, nos explica que cuando son pequeños es necesario que haya vínculo entre progenitores y bebés que les asegure la protección: “El neonato llega a este mundo con una gran inmadurez, lo que le convierte en dependiente de sus figuras de apego. Por lo tanto, son las figuras de apego, generalmente los padres, los encargados de cubrir las necesidades de sus hijos. No es necesario ni real pretender cubrir todas las necesidades de nuestros hijos, pero sí un porcentaje mínimo de ellas”.

Además, Rafa Guerrero añade que: “Cuando un niño se despierta en medio de la noche llorando porque tiene miedo o hambre, es nuestra función atenderle, cubrir su necesidad y devolverle a su equilibrio. No podemos dejarles llorar y marcharnos, somos las personas llamadas a calmarles y atenderles. Claro que después de varios días sin atender sus necesidades durante la noche nos dejarán dormir en paz, pero ¿esto es lo que queremos?”.

Qué hacer cuando nuestro hijo llora (desde la disciplina positiva)

María Soto nos ha dado varios consejos para abordar esta situación desde la disciplina positiva:

  • Lo primero quitarse de la cabeza la idea de que un niño que se despierta es un niño que duerme mal y hay que enseñarle a hacerlo bien. No hay que enseñarles a casi nada, hay que acompañar sus procesos de manera respetuosa, ofreciéndoles seguridad. Nadie va a quedarse dormido plácidamente muerto de terror. Nadie.
  • Recomiendo encarecidamente contacto. La logística de las familias a veces determina si puede hacerse o no colecho (dormir en la cama con el niño), pero pensemos que el hecho de que los niños tengan una habitación para ellos solos a parte de la de sus padres es algo muy nuevo, hasta hace muy poco tiempo aún dormíamos todos juntos. No debemos olvidarnos de que el ser humano es un animal “civilizado”, pero un animal social, al fin y al cabo, y de la misma forma en la que hemos transformado nuestro mundo por completo, seguimos por otro lado teniendo las mismas necesidades afectivas y fisiológicas de siempre, que nos conectan y nos hacen ser quienes somos.
  • Recomiendo contrastar información siempre. Y para acompañar a nuestros hijos al dormir, mucha calma. Sé que es fácil decirlo, y que al terminar el día estamos todos agotados, ellos y nosotros, pero si esa rutina o un día de nuestra vida nos supera, es que hemos olvidado algo muy importante durante la crianza de nuestros hijos: EL AUTOCUIDADO.
  • Sería muy positivo revisar si tenemos tiempos de calidad para poder recargar energías y, al estar con nuestros hijos, poder dar lo mejor de nosotros mismos, incluso en momentos complicados.  Ellos van a absorber nuestras emociones, si pretendemos “dormirlos” tensos, agotados o enfadados, no se van a relajar. Imposible dormir.
  • Si no puedes hacerlo, por lo que sea, al menos piensa que mantenerte en calma reconduce todas las situaciones. Es una etapa que va a pasar. Muchas veces nos ponemos tensos por cansancio, y nuestra mente nos traiciona, y abordamos la situación como si fuera a durar para siempre. Y esa tensión lo complica todo, nos deja sin recursos y bloquea nuestra capacidad de gestión.

En definitiva, dejar llorar a nuestros hijos e hijas cuando nos reclamen por la noche no es, ni de lejos, una buena solución, como nos indica la guía mencionada en este artículo. Como dice el psicólogo Rafa Guerrero, “las pautas que aparecen en la guía están centradas en el deseo y egoísmo de los padres y no en las verdaderas necesidades de los menores. Atendamos a los niños, mimemos la infancia, protejamos a los menores y dotemos de buenos tratos a nuestros cachorros”.

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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