Profesionales Kumon: Cuando tu pasión se convierte en tu profesión

Hablamos con cuatro responsables de centros Kumon que han hecho de la pasión por la educación y los niños su profesión e incluso su negocio. Todos ellos afirman sin dudarlo que lo mejor de tener un centro Kumon es “ver las caras de los niños cuando consiguen superar un reto ellos solos”, tal y como nos cuenta Alberto Picciolato, profesor de Kumon en La Vaguada (Madrid). Y resaltan las enormes ventajas de ser autónomos. “Kumon me ha permitido la libertad de organizar mis propios horarios que podría compatibilizar con las necesidades de mi hijas pequeñas”, tal y como afirma Beatriz Alday, profesora Kumon en Camp Nou (Barcelona).

 

Pasión por la educación

Los cuatro entrevistados (Alberto Picciolato, Ángela Soldevilla, Beatriz Alday y José Ignacio Rosado) son verdaderos apasionados por la educación, todos han logrado desarrollar su vocación con Kumon.  Beatriz subraya que ya estudiando en la Universidad “di clases de matemáticas a otros estudiantes, y ciertamente, era muy gratificante observar el cambio de actitud ante el estudio  que producían los buenos resultados académicos obtenidos. Creo firmemente en la importancia del papel del profesor u orientador. “Transmitir pasión y motivación por aprender a nuestros alumnos es una de las tareas más relevantes de nuestra sociedad actual. Sabemos que nuestras acciones educativas pueden llegar a cambiar vidas”.

José Ignacio en su centro Kumon.
José Ignacio Rosado en su centro Kumon.

José Ignacio Rosado, profesor de Kumon en Granada, siempre quiso ser docente. “Mi vocación es ser docente. Soy maestro titulado en Educación Física y en Educación Especial además de Psicopedagogo”. José Ignacio trabajaba en la costa granadina “en un sector que nada tiene que ver con  la educación hasta que escuché la publicidad que Kumon estaba haciendo en la radio para abrir centros en la provincia de Málaga. Aunque desde un primer momento me encantó todo lo que iba conociendo de Kumon, era muy escéptico. Sin embargo, hubo un punto de inflexión en todo el proceso. Ese momento fue mi primer día de formación práctica donde pude disfrutar viendo el trabajo autónomo de los alumnos del centro piloto de Sevilla”.

Un método que les anima a superar retos

Cuando se les pregunta cómo explicarían el método Kumon, los cuatro entrevistados hablan de una educación que implica superar retos con autonomía. Así lo explica José Ignacio Rosado: “Kumon es sinónimo de autodidactismo”. Beatriz Alday se muestra de acuerdo: este método “les conduce hacia la motivación por el estudio y el autodidactismo, competencias importantísimas en este mundo actual, siempre cambiante y tan competitivo”. Nos cuenta que ex alumnos reconocen las importantes habilidades para la vida que han adquirido con este método personalizado que los reta constantemente: “Kumon les ha enseñado paciencia, resistencia al trabajo, satisfacción por el trabajo finalizado y bien hecho, y en resumen, responsabilidad, “resiliencia” y confianza en ellos mismos”. Ángela Soldevilla explica así la metodología que usan en su centro: “mediante el trabajo diario con nuestros programas de matemáticas y/o de lectura, podemos descubrir el potencial de aprendizaje de los alumnos, y, con una orientación adecuada, desarrollar capacidades y consolidar un comportamiento autodidacta”.

Todos ellos subrayan que lo mejor de su trabajo es comprobar cómo esos niños superan retos y las bonitas reacciones de los padres cuando empiezan a ver cambios tan positivos en sus hijos. Beatriz Alday nos cuenta que “mis mejores momentos se producen cuando veo a los chicos salir contentos de  la clase, con cara de satisfacción porque han conseguido avanzar y mejorar. No tiene precio ver que un estudiante que no se creía capaz, porque así se lo habían transmitido, alcanzar su meta escolar y superarla. Esto produce una revolución en sus capacidades que puede, incluso, llegar a cambiar completamente su futuro.

Pero los retos no son solo para los más pequeños,  todos los profesores subrayan que otro de los aspectos más

Ángela Soldevilla
Ángela Soldevilla

importantes de Kumon es la exigente formación que ofrece a sus docentes. José Ignacio Rosado resalta que “me encanta de Kumon la apuesta firme por la formación continua del profesorado como garantía de la mejora en la calidad de la atención que ofrecemos a alumnos y familias”. Ángela Soldevilla nos cuenta que “los profesores dedicamos tiempo al estudio y análisis de los materiales, a la asistencia a seminarios de formación y participamos en grupos de trabajo”. Beatriz subraya el proceso de mejora permanente que impulsa Kumon: “Gracias al hecho de pertenecer a una empresa global como Kumon, en mi centro estamos en continua mejora y adaptación, tanto a la sociedad actual, como a los alumnos y familias que depositan su confianza en nosotros”.

 

Ver la crisis como una oportunidad para emprender y conciliar

Alberto, Ángela, Beatriz y José Ignacio dieron un giro a sus vidas en medio de la crisis económica. Así lo cuenta Ángela Soldevilla, responsable de un centro en Sagunto (Valencia): “Estuve trabajando durante 13 años en una empresa constructora. Me encantaba mi trabajo, pero con el paso del tiempo y con idea de formar una familia, cada vez iba teniendo más claro que ese no iba a ser mi trabajo en un futuro. Después vino la crisis, y estando embarazada de mi primer hijo me quedé sin trabajo. Esta situación que no me esperaba, al final resultó ser el empujoncito que necesitaba para animarme a emprender un nuevo proyecto. Fue en ese momento cuando me permití tomar un tiempo para decidir qué era lo que me apetecía hacer realmente, y es cuando tomé mi primer contacto con Kumon”. Alberto también dio un giro a su vida cuando se quedó sin trabajo: “Me di cuenta que tenía la oportunidad de dedicarme a algo que me hiciera ilusión realmente y que me llenara plenamente. Y empecé a informarme sobre temas relacionados con trabajos con niños hasta que a través de una amiga descubrí Kumon”.

Beatriz Alday en su centro Kumon.
Beatriz Alday en su centro Kumon.

Tres de estos profesionales son padres y Beatriz en concreto se animó a abrir un centro Kumon cuando nació su segunda hija. Una de las razones que le animó a lanzarse, además de su pasión por las matemáticas, fue “la libertad de organizar mis propios horarios que podría compatibilizar con las necesidades de mi hijas pequeñas”. Alberto Picciolato recomienda esta aventura “sin lugar a dudas, a todos aquellos a los que les gusta la educación o los niños y tenga verdadera vocación”. Beatriz lo tiene claro: “Recomiendo la aventura Kumon a todas las familias, tanto para acompañar a sus hijos a lo largo de su etapa escolar, como para emprender un negocio altamente gratificante. Y aunque requiere muchísimo esfuerzo y dedicación, ahora mismo no cambiaría mi trabajo por ningún otro.”

 

 

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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