“El conocimiento apasionado mueve montañas”, asegura el pedagogo y filósofo Gregorio Luri. Y quizá despertar (y respetar) ese conocimiento apasionado, ese interés por aprender, esa vocación sea uno de los más importantes propósitos que madres y padres podemos marcarnos en este inicio del curso. Te damos algunas pistas para conseguirlo.
Queremos que nuestros hijos tengan curiosidad por aprender, que afronten el curso con ilusión y que encuentren algo que les apasione hacer. La pensadora Natalia Ginzburg decía que “lo que debemos realmente apreciar en la educación es que a nuestros hijos no les falte nunca el amor a la vida. ¿Y qué es la vocación de un ser humano, sino la más alta expresión de su amor a la vida? Nosotros debemos esperar, a su lado, a que su vocación despierte y tome cuerpo. La única verdadera salud y riqueza del hombre es una vocación”. Para Gregorio Luri, la clave para conseguir que nuestros hijos quieran aprender y encuentren su ilusión, “la mejor manera de proporcionar experiencias aventureras a nuestros hijos es ayudándoles a incrementar su conocimiento del mundo”.
Carles Capdevila también nos dejó su opinión al respecto, pues pensaba que la misión de padres y madres es “ayudarles a que encuentren su ilusión y la desarrollen, que aprendan lo que les dé la gana porque van a aprender de todo”.
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a encontrar su ilusión y desarrollarla?
- Proporcionarle experiencias enriquecedoras, que le hagan crecer y aprender. Poca vocación va a encontrar tirado en el sofá viendo la televisión. Tener un ocio constructivo en las que él puede ser el protagonista nos puede ayudar a encontrar su pasión. Y en esto, como en tantas otras cosas, sería interesante que fuéramos su ejemplo.
- Observar y preguntarle sobre sus intereses. Como nos dijo el coach Jaume Roset, observando con curiosidad a nuestro hijo y preguntándole qué le hace sentir esa afición podremos ayudarle a despertar sus talentos.
- No menospreciar sus intereses. Ken Robinson dice que “todos los días, en todas partes, nuestros hijos extienden sus sueños bajo nuestros pies y debemos pisar suavemente”. Carles Capdevila insiste en que incluso de su interés por ser mago nuestro hijo puede aprender inglés, oratoria y otras muchas habilidades.
- Aliarte con los profesores. Si tu hijo no parece tener interés por nada o no se interesa por el contenido del colegio, podrías buscar la colaboración de los profesores para despertar ese interés, buscar una forma más vivencial de adquirir esos conocimientos (visitas a museos, viajes para descubrir etapas históricas o los diferentes tipos de plantas)…
- Estimular vuestra curiosidad. Lo sabemos, las preguntas de nuestros hijos pueden ser agotadoras, porque nos someten a un tercer grado interminable. Pero, como ya contamos aquí, estimular la curiosidad de nuestros hijos respondiendo a esas preguntas e indagando más es importante para fomentar sus ganas de aprender, y las tuyas también. Seguro que juntos, saltando de pregunta en pregunta, descubrís cosas muy interesantes.
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