Red es la nueva película de Disney Pixar que todo padre y madre debe ver con sus hijos e hijas para entender los cambios a los que se enfrentan las niñas que entran en la etapa de la adolescencia: la menstruación, la ansiada libertad, los cambios hormonales y de humor, el distanciamiento entre padres-hijos…
La película nos presenta a Mei, una niña de 13 años cuyos deseos de convertirse en adulta se ven reprimidos por los mandatos de su madre sobreprotectora y autoritaria. Pero la vida monótona de Mei cambia una mañana en la que descubre que tiene la menstruación y se ha convertido, literalmente, en un monstruo grande, peludo y rojo.
En Red, Mei tendrá que luchar por poder convivir con esa “bestia” roja que personifica la adultez, la rebeldía, la furia, la adolescencia desafiante y el tabú de la regla, frente a su forma normal: la niña de 13 años cuya madre no quiere que cambie ni se haga mayor.
Sobreprotección en la adolescencia
Mei es una niña que ha recibido una educación basada en la sobreprotección. La madre tiene miedo a que su hija se salga de aquello que dice, tiene miedo que se haga daño y tiene miedo incluso de que sus amigas le metan ideas en la cabeza. Mei ha aceptado esto durante 13 años, hace caso a su madre, cumple con todas sus obligaciones, saca buenas notas para contentarla, pero Mei comienza a cuestionarse el por qué no se siente ella misma, por qué no puede hacer algo que se salga de la norma.
Mei le suplica a su madre que la entienda, que tiene 13 años y necesita empezar a ser ella misma. Necesita hacer todo aquello que le prohíbe su madre pero que es normal que una niña de 13 años desee: quedar con sus amigas por las tardes, ir al concierto de su grupo favorito, interesarse por nueva gente, permitirle que tenga intereses amorosos…
Aunque esto sea una película de ficción, se asemeja mucho a lo que sucede en nuestro día a día con nuestros hijos e hijas. Cuando llegan nuestros hijos a la adolescencia y nos piden más libertad, nos asombra que lo hagan cuando durante toda la infancia han hecho lo que les hemos pedido. Es importante que entendamos que nuestros hijos e hijas deben seguir su propio camino, no el camino que les dictamos. Llevar un estilo educativo basado en la sobreprotección va a hacer que nuestro hijo dependa completamente de nosotros, que tenga miedo de hacer cosas por sí mismos, en resumen, les va a reprimir que sean ellos mismos.
Darles libertad no significa que no haya límites, pues los necesitan para llevar unas guías sobre las que sostenerse, pero la autonomía es esencial, tanto en la infancia como en la adolescencia.
Miedo a decepcionar a sus padres
La protagonista tiene mucho miedo de decepcionar a su madre. Mei entiende que la felicidad de su madre depende de hacer todo lo que desea su madre. Mei tiene que ser perfecta, y cualquier fallo que pueda cometer significa no hacer feliz a su madre. Mei quiere rebelarse contra esto, comienza a comprender que no es justo que ella cargue con la felicidad de los demás, ni de sus padres ni del resto de personas. La relación que tiene Mei con su madre nos recuerda lo importancia de no poner expectativas en la vida de nuestros hijos, ni tampoco de proyectar deseos insatisfechos en ellos, puesto que de esta manera, ellos cargarán con ellos para hacernos felices y no podrán buscar su propia felicidad.
Normalización de la menstruación
La regla sigue siendo un tema tabú en la sociedad, así como un motivo para ridiculizar a la mujer. Red nos hace reflexionar sobre esta vergüenza que, desgraciadamente, muchas mujeres sienten, pero sobre todo las adolescentes, por tener la menstruación. Escuchar palabras como “compresas” o “regla” en una película Disney puede parecer un gesto simple y sin mayor repercusión, pero crear ficciones donde se escuchan estos términos, donde se reflejan los miedos que pueden tener las adolescentes con la llegada de la menstruación, ayuda a las niñas, preadolescentes, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas a no tener miedo ni vergüenza a esconderse por tener la regla.
Por eso, además de tratar estos temas en las películas y en la escuelas, es muy importante que nuestros hijos e hijas reciban una educación sexo-afectiva desde la casa. La educación sexual no solo significa conocer los riesgos de tener relaciones sexuales, sino también implica que nuestros hijos puedan conocer sus cambios físicos y emocionales cuando entran en la adolescencia, por qué las chicas tienen la menstruación, qué les va a implicar y por qué no deben tener miedo a ello.