“Cuando te enfades y no se te ocurra mejor cosa que gritar,
Cuando no sepas expresar lo que te desborda,
Cuando creas que todo está en tu contra,
Cuando no puedas afrontar un nuevo obstáculo y te niegues a llorar,
Cuando te rindas y decidas suplicar,
Cuando todo te salga mal y te pueda la inseguridad,
Cuando me dediques tu mejor ceño fruncido,
Cuando tengas miedo y quieras huir,
Cuando decidas mal para vengar tu dolor,
Cuando te dejes llevar por la pena, la ira o la desidia,
Cuando hagas ruido para evitar el silencio,
Cuando te dominen los malos pensamientos,
Cuando te alejes del mundo y de mí,
Cuando te niegues a escuchar,
Cuando no sepas cómo crecer de tus errores,
Cuando juegues a la autodestrucción,
Cuando tropieces la quinta vez en la misma piedra,
Cuando me ignores, desprecies o intentes ofenderme,
Cuando te olvides de confiar,
Cuando actúes sin pensar, sin sentir, sin brillar,
Cuando decidas perderte para escapar de ti mismo,
Cuando no encuentres el camino,
Cuando te cueste recordar lo increíble que eres

Yo te veo a ti…

Te veo siempre…incondicionalmente a ti…”

No somos nuestras decisiones, nuestros errores o nuestras oscuridades.
Aprender es vivir experiencias nuevas y eso supone un reto constante a nivel emocional.

Mirarnos más allá, sin juicios y con confianza…eso crea vínculos indestructibles.