Textos que inspiran (y emocionan): “Respira”, de Jessica Gómez. “Es grande pensar que, incluso siendo tan diferentes, podemos tener algo tan importante en común”
Seguro que muchas de vosotras habéis leído este texto porque se ha hecho viral. Y pocas sabréis que ese texto lo escribió la autora de “La chica del bañador verde”. Como nos dice Jessica, “Respira. Serás madre toda la vida. Enséñale las cosas importantes. Las de verdad. A saltar en los charcos, a observar a los bichitos, a dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes”. Hablamos con Jessica sobre este emotivo texto.
Hace ya cuatro años que Jessica publicó en la fanpage Háblame bajito este precioso texto que se ha plasmado en láminas que muchas madres tienen colgadas en su casa. Muchas de esas láminas no llevan su firma, porque ese es el peligro de los textos virales cuando no se respeta la autoría, como ella misma cuenta en su página de Facebook. En todo caso, muchísimas madres se han sentido identificadas y emocionadas con este texto, que dice así:
RESPIRA. Serás madre toda tu vida.
Enséñale las cosas importantes. Las de verdad.
A saltar en los charcos, a observar a los bichitos,
a dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes.
No olvides esos abrazos y no se los niegues NUNCA:
puede que dentro de unos años los abrazos que añores
sean los que no le diste.
Dile CUÁNTO LE QUIERES
siempre que lo pienses.
Déjale imaginar. Imagina con él.
Déjale llorar. Llora con él.
Las paredes se pueden volver a pintar.
Los objetos se rompen y se reemplazan
continuamente.
Los gritos de mamá
DUELEN PARA SIEMPRE.
Puedes fregar los platos más tarde.
Mientras tú limpias él crece.
Él no necesita tantos juguetes.
Trabaja menos y quiere más.
Y, sobre todo, RESPIRA.
Serás madre toda tu vida.
Él sólo será niño una vez.
“Respira lo escribí como recordatorio para mí misma: para esos días en que la espiral me arrastra y olvido las cosas importantes”
Jessica nos cuenta por qué lo escribió: “Respira nació de una conversación con mi hermana mayor, Rosa. Me contó que llevaba unos días angustiada, porque había fallecido una conocida suya, Carmen, mamá de un niño de 12 años. Una de estas pérdidas trágicas y sin explicación: era una familia sana, hacían deporte los tres juntos, Carmen no tenía ninguna enfermedad que se supiera… Y un día, sin más, llegaron a casa después de entrenar, ella se encontró mal, “cansada” de repente y, en cuestión de minutos, se fue. Su propio hijo llamó a emergencias”. Tras la conversación con su hermana sobre esta muerte repentina, Jessica confiesa: “me quedé pensando en esa espiral en la que a veces nos metemos. Esa rutina que se forma a nuestro alrededor, que nos arrastra y de la que no somos capaces de salir. La espiral del trabajo, de las obligaciones, de hacer las cosas “como hay que hacerlas” y que, muchas veces, nos impide disfrutar de lo sencillo, nos hace ver dramas donde sólo hay vida (como en una pared pintada por un niño)”. Y, aunque la espiral nos arrastre, “a veces somos conscientes de que estamos ahí y de que no queremos estar ahí. De que nosotros no somos ese adulto amargado que se enfada porque se ha roto un cojín o porque nuestro hijo se ha mojado la ropa saltando en los charcos. Queremos ser el niño, queremos salir de la espiral, pero no sabemos cómo. El Respira lo escribí como recordatorio para mí misma: para esos días en que la espiral me arrastra y olvido las cosas importantes”.
Para Jessica, el éxito de este texto, el motivo de su enorme difusión “es la identificación. En las cosas sencillas nos identificamos todos. Es un texto pequeño que no entra a valorar si das teta o biberón, si eres religiosa o no, cuál es tu ideología política o de crianza… Y es grande pensar que, incluso siendo tan diferentes, podemos tener algo tan importante en común”
