Hace unos meses, se hizo viral en Twitter la publicación de una madre bajo el titulo: “Hoy mi hijo ha tenido un problema y no he movido un dedo para solucionarlo”. En esta publicación, la madre explicaba el problema en cuestión: a su hijo no le habían convocado para el partido más decisivo de la liga de fútbol en la que jugaba, y estaba hecho polvo.
A continuación, la propia madre exponía lo siguiente: “Sería muy sencillo escribir a su entrenador y contarle lo afectado que está. Pedirle por favor que si alguien se da de baja, le convoque al menos como suplente de suplente.Que lo saque aunque sean 5 minutos al campo. Solucionar este problema es muy fácil, pero he decidido no hacerlo”.
¿Qué ha llevado a esta madre a no “mover ni un dedo”, cuando no le hubiera costado nada?
También lo exponía en su publicación: “Me parece más importante que aprenda a enfrentarse a la frustración ahora, preparándose para el día que no tenga la nota de corte para la Universidad, la chica que le gusta le dé calabazas, no pase el proceso de selección que tanto se haya currado o promocionen a su compañero de trabajo y no a él. Pasamos tanto tiempo preparándoles para triunfar en la vida que a veces se nos olvida que es igualmente importante prepararles para el fracaso, que es el otro lado de la misma moneda”.
Esta madre, seguramente sin darse cuenta, estaba alejándose de la hiperpaternidad.
¿Qué es la hiperpaternidad?
La hiperpaternidad es un término que especialistas como Eva Millet, autora del libro “Hiperpaternidad: del modelo mueble al modelo altar”, definen como un fenómeno de crianza y educación que se caracteriza por una atención desorbitada a los hijos.
Los padres consideran que, para ejercer bien como tales, tienen que adelantarse a los problemas del niño y estar pendientes de ellos en todo momento. En su libro, Eva Millet afirma que “la hiperpaternidad ve a los hijos como seres intocables, a los que hay que defender a toda costa y solucionarles todos sus problemas. Este nuevo modelo de crianza se está llevando por delante la autonomía de los niños y su capacidad de frustración, además de generar niños y niñas con más miedos que nunca”.
Los efectos de la sobreprotección en nuestros hijos
Los seres humanos nacemos con tan solo un 20% de nuestro cerebro desarrollado. Con los años, el cerebro va madurando, se va desarrollando, gracias a las experiencias que vivimos, que nos sirven de aprendizaje. Pero ¿qué pasa si como madres y padres no les dejamos que aprendan por sí mismos? Sobreprotegiéndoles estamos favoreciendo lo siguiente:
- El principal, dice la psicóloga Silvia Álava, es que “no les estamos preparando para la vida. Los niños que tienen un exceso de sobreprotección no desarrollan recursos ni habilidades”.
- “Estamos impidiendo el desarrollo de habilidades tan importantes como la solución de problemas, la generación de alternativas, la empatía”, apunta Félix Muñoz, consultor de comunicación.
- El neuropsicólogo Álvaro Bilbao nos indica que cuando hacemos cosas por ellos, “les estamos diciendo que no son capaces y estamos apagando la estructura del cerebro que les infunde valentía para afrontar los retos”. Por lo tanto, estamos lastimando su autonomía y su autoestima, y estamos fomentando que de mayores sean dependientes y que no sepan tomar decisiones.
- Ante cualquier obstáculo o problema, se frustrarán porque no están acostumbrados.
- “Criaremos niños inútiles, miedosos, sin confianza en ellos mismos para asumir desafíos, que esperan que les resuelvas los problemas medianamente difíciles para poder avanzar”, nos decía la experta en talento y liderazgo Noelia López Cheda.
Tipos de hiperpadres
En su libro, Eva Millet describe varios tipos de hiperpadres:
- Padres-apisonadora: son aquellos que allanan los caminos de los hijos para que estos no se topen con ninguna dificultad. En los países del norte de Europa y en Canadá son denominados padres-quitanieves.
- Padres secretarios: recogen el cuarto de sus hijos, preparan su ropa y sus mochilas y, por supuesto, llevan sus agendas, comprobando que han hecho los deberes y planificando todas las actividades que van a realizar durante el día.
- Padres-bocadillo: abundan en los parques españoles. Su estrategia es la siguiente: se sitúan a una distancia prudente del niño o niña, que juega con la arena o corretea con sus amigos. En una mando sostienen la merienda del retoño. El bocadillo envuelto en papel de aluminio, abierto y tendido para que, cuando al crío le apetezca, se acerque y le dé un mordisco.
- Padres ultrasufridores: cuya misión es evitar cualquier posible accidente de sus retoños. “Algo que antes era natural para un niño, como subirse a un árbol, ahora les resulta impensable”, nos dice Millet.
- Padres-mánager: normalmente se dan en el mundo del deporte y espectáculo. El objetivo es exprimir al máximo el talento del hijo o hija, llevándoles al límite si es necesario. Los padres-mánager no siempre están en el mundo profesional, dice Millet. “En el deporte escolar sn habituales esos padres que saben más que los entrenadores y, en los partidos, aúllan improperios al árbitro y al equipo contrario”.
- Padres-chófer: en EEUU son tan habituales que, incluso, tienen su propia entrada en Wikipedia. Pasan una gran parte de su tiempo transportando a sus hijos, en edad escolar, a eventos deportivos u otras actividades.
Test para descubrir si eres una madre o padre helicóptero
Para descubrir si estás sobreprotegiendo a tus hijos, aquí te dejamos un test para que lo compruebes.Te hará reflexionar. ¡Manos a la obra!
1. Con los deberes y los exámenes de los niños:
- Eres tú quien se informa sobre los deberes, los trabajos y los exámenes.
- Dejas que sea tu hijo quien se responsabilice de sus estudios.
- Lo apunta tu hijo, pero, por si acaso, tú sigues comprobando en el grupo de WhatsApp si lo ha hecho todo.
Respuesta: tu hijo es quien se tiene que responsabilizar de sus estudios. Si tú estás excesivamente pendiente, él no lo va a hacer.
SOLAMENTE SU TOTAL RESPONSABILIDAD AHORA SE TRADUCIRÁ EN SU TOTAL IMPLICACIÓN EN EL FUTURO.
2. Te has enterado tarde porque has preguntado a otra madre y te has dado cuenta de que tu hijo tenía que hacer un trabajo y no lo ha hecho:
- Te pones con él a hacerlo.
- Se lo haces tú para que no suspenda.
- Le redactas una nota disculpándolo.
- Le dejas ir sin el trabajo hecho y que asuma él las consecuencias.
Respuesta: en estos casos es importante que el niño aprenda; si lo justificas o le haces tú el trabajo él no lo va a hacer. Es importante que vaya con el trabajo sin hacer y que se exponga al suspenso o a tener que hacerlo en recreo o cuando diga el profesor.
QUE VEAMOS EN LAS CONSECUENCIAS QUE LE PONGAN A CORTO PLAZO LA OPORTUNIDAD PARA QUE APRENDA EN EL LARGO PLAZO.
3. Respecto a los deberes:
- Sientes que es absolutamente necesario hacerlos con tus hijos porque crees que si no no los van a hacer.
- Estás a su lado, porque piensas que son muy difíciles y él solo no puede.
- Dejas que sea tu hijo quién los haga.
Respuesta: los deberes son responsabilidad del niño, no de los padres, y a no ser que tengan dificultades de aprendizaje los niños están preparados para hacerlos ellos solos.
ÚNICAMENTE ASÍ TE ASEGURARÁS DE QUE BUSQUE RECURSOS POR SÍ MISMO, LO QUE SERÁ UN MECANISMO BÁSICO PARA EL APRENDIZAJE A LO LARGO DE SU VIDA.
4. Si sabes que tu hijo ha cometido un error en los deberes o en un trabajo:
- Se lo haces corregir.
- No llega a producirse el error porque siempre lo estás supervisando y lo corriges antes de que él lo haga.-
Le dejas que vaya al colegio con el error y que así aprenda.
Respuesta: es importante que los niños aprendan; para eso se tienen que equivocar y tienen que ser ellos mismos quienes corrijan sus errores. Si se los corriges tú o no le dejas que se equivoque le estás impidiendo que aprenda.
COMETER ERRORES Y DARSE CUENTA POR UNO MISMO ES UNO DE LOS PILARES DEL AVANCE PERSONAL. NO LE PRIVES DE ELLO.
5. Si se le ha olvidado un libro:
- Volvemos al colegio a por él.
- Llamas o escribes a una madre para que te envíe la foto.
- Le pides a tu hijo que lo resuelva él llamando a un amigo.
Respuesta: en el caso de que se haya olvidado algo, lo importante es no hacer un drama, pero tampoco resolvérselo nosotros. Es importante que vea que él lo puede resolver a la par que aprenda estrategias para hacerlo.
NO FACILITARLE TANTO LAS POSIBLES SOLUCIONES SERÁ UN GRAN MÉTODO PARA QUE ÉL PONGA EN MARCHA LA BÚSQUEDA DE AQUELLAS.
6. Cuando te dice que se aburre:
- Le organizas los juegos.
- Le das la tablet o el móvil.
- Procura que siempre esté entretenido.
- Le dices que piense él en algo que hacer.
Respuesta: es importante dejar que los niños organicen solos su tiempo, que aprendan a estar con ellos mismos y que aprendan a entretenerse solos.
GARANTIZAS QUE EN UN FUTURO NO SEAN DEPENDIENTES DIGITALES Y SÍ CAPACES DE DISCURRIR SOBRE CÓMO OCUPARSE DE SÍ MISMOS
7. Si te cuenta que tuvo un problema con un compañero en el colegio:
- Le escuchas y entre los dos pensáis cómo solucionarlo.
- Llamas a la madre del otro niño.
- Llamas al profesor para ver qué ocurrió.
- Le dices que lo resuelva él solo.
Respuesta: el objetivo es que cuente con estrategias, recursos y habilidades; para eso puedes ayudarle a pensar en soluciones, pero si se lo resuelves tú de nuevo no lo aprende.
LE ESTARÁS AYUDANDO EN SU INTELIGENCIA SOCIAL PARA QUE APRENDA DESDE ESTE MOMENTO A RELACIONARSE, A SOLUCIONAR CONFLICTOS Y A AFRONTAR SIEMPRE LOS PROBLEMAS QUE SURJAN.
8. Por las mañanas:
- Le levantas con el tiempo justo para que duerma lo máximo posible e intentas agilizar tú todo el proceso.
- Le vistes y le preparas todo para llegar a tiempo.
- Le levantas con el tiempo suficiente para que sea él quien se vaya organizando y haciendo las cosas por sí mismo.
Respuesta: el objetivo es que aprenda autonomía y que adquiera hábitos; por eso hay que levantarle con tiempo para que pueda hacerlo. Es más importante acostarse antes por la noche y trabajar esto por las mañanas.
AUNQUE LE LLEVE MÁS TIEMPO AL PRINCIPIO, ES LA VÍA PARA QUE ADQUIERA HÁBITOS Y LOS INTEGRE POR SÍ MISMO, SENTANDO LAS BASES DE SU TOTAL AUTONOMÍA FUTURA.
9. Cuando llora porque quiere algo:
- Se lo das para evitar que vaya a más.
- Le amenazas con medidas que luego no cumples.
- Le explicas que no es la forma correcta de pedir las cosas y que no siempre podemos tener todo lo que queremos.
Respuesta: es importante que aprenda a pedir bien las cosas y a tolerar las pequeñas frustraciones del día a día.
LE ESTÁS AYUDANDO A SER RESISTENTE Y FUERTE EN EL FUTURO. SERÁ UN ADULTO ENTRENADO EN LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN Y, POR TANTO, PERSISTENTE EN LA VIDA.
10. La mochila del colegio y sus cosas:
- Las llevas tú porque crees que es pequeño.
- Estás siempre pendiente de que no las pierda.
- Le pides que las lleve él y que se haga responsable.
Respuesta: tiene que aprender a adquirir hábitos de autonomía y hacerse responsable de sus cosas.
APRENDERÁ A ESTAR PENDIENTE DE TODO LO QUE ÉL MISMO VAYA A NECESITAR. APRENDERÁ A SER PREVISOR Y TOTALMENTE AUTÓNOMO.