Tips para enseñar a nuestros hijos a pensar por sí mismos

No hay mayor miedo para una madre o un padre que nuestro hijo se deje llevar por sus amigos. Desarrollar el pensamiento crítico en nuestras hijas e hijos es fundamental para que aprendan a pensar por sí mismos. Ser críticos supone ver más allá de lo superficial, es preguntarse cosas, tener curiosidad, no dejarse influenciar por el criterio de otros. También implica replantearse lo que está establecido y cuestionarse a uno mismo, así como desenvolverse por uno mismo y desarrollar la autonomía y el razonamiento.

Claves para desarrollar el pensamiento crítico de nuestros hijos

Para educar en el pensamiento crítico, el Doctor en Filosofía Contemporánea y autor del libro “El arte de pensar” José Carlos Ruiz, recoge en el curso de nuestra plataforma ‘Desarrollo del pensamiento crítico’ los elementos más importantes. Los repasamos:

Promover al asombro y la curiosidad

José Carlos habla sobre la importancia de fomentar el asombro y la curiosidad de nuestros hijos. Cuando nacen, vienen con esas habilidades ya instauradas, si no las potenciamos y les damos cabida, terminarán por desaparecer. Debemos animarlos en el día a día a hacer preguntas, aprovechemos la etapa del “por qué” para instaurar esta costumbre.

Cuando haga preguntas, busquemos juntos las soluciones, ya sea buscando en Internet o leyendo, pero no dejemos espacio a que eso se quede sin resolver. Utilicemos los cuentos o libros para preguntarles qué conocen del tema, qué les ha gustado, cómo ven al personaje, etc. Evitemos las preguntas que se responden con un sí o no.

Enseñar a dudar

El cuestionamiento de la fiabilidad de las fuentes o la verdad detrás de un enunciado es lo que les ayudará en el futuro a establecer juicios elaborados y distinguir qué es una fake news o qué es cierto. La pediatra Lucía Galán, habla en su curso en nuestra plataforma ‘Educar en salud y bienestar’ que ella anima a sus hijos a buscar el autor, la fecha, el lugar de donde procede la noticia y, por supuesto, a comparar. No podemos creer todo lo que leemos, debemos aprender a discriminar información.

No imponer nuestros criterios

Cuando escuchamos a nuestro adolescente hablar sobre algún tema que le interesa, en algunas ocasiones, nos lanzamos y le decimos que eso que está diciendo es una tontería y que está equivocado. José Carlos propone que desterremos esto de las relaciones con nuestros hijos. Si pensamos que pueden estar equivocados y tener una creencia errónea, recurramos a las preguntas: ¿por qué piensas eso? ¿dónde lo has leído? ¿qué te ha llevado a pensar de esa forma?

Si optamos por la vía de ridiculizarlo y no escuchar sus argumentos, estaremos desperdiciando una oportunidad para enseñarles a pensar por ellos mismos. Además, es probable que en otras ocasiones evite decir algo en voz alta porque no se ha sentido escuchado.

Fomentar la responsabilidad

El psicólogo Alberto Soler lo ha repetido en varias ocasiones durante los eventos, cuando aprenden a obedecer continuamente terminan haciéndolo con todo el mundo, eso también incluye aquellas actuaciones con las que no estamos de acuerdo. Cuando nuestros hijos no tienen margen de actuación y lo hacen bajo una obediencia ciega, su pensamiento crítico queda a un lado. Eso no significa que no deban tener límites, los necesitan para crecer con seguridad, pero sí tener pequeñas parcelas de decisión y responsabilidad.

Evitar dar las respuestas

Es algo tan sencillo como no darles las repuestas, sino enseñarles a razonar. Podemos utilizar enunciados como: “¿tú qué piensas?”, “¿por qué?”. Cuando nos den una respuesta incorrecta ayudémosles a pensar otras opciones con frases como: “¿has contemplado otras posibilidades?”. Cuando son más pequeños y preguntan “¿qué es eso?”, podemos responder con un sencillo “¿tú qué crees?”.

Juegos de mesa

José Ramón Gamo, neuropsicólogo, ya lo mencionó en uno de los eventos de Educar es Todo: “Los juegos de mesa ayudan a mejorar la inteligencia ejecutiva. Esta es la que se encarga de la memoria, la atención, la impulsividad”… Aquellos que más fomentan el pensamiento crítico son los juegos de estrategia, como El Risk o Catán, pero también Quién es quién o el Cluedo, que son interesantes para trabajar las preguntas deductivas.

Utilicemos el ejemplo

Existen muchas formas de conseguir que nuestros hijos piensen por ellos mismos, pero la más efectiva de todas es el ejemplo. No dejemos pasar la oportunidad de hablar en voz alta cuando resolvemos una situación, le estamos dando las claves para resolver sus propios conflictos de forma autónoma.

Picture of Silvia Sánchez Ovejero

Silvia Sánchez Ovejero

Como educadora infantil y pedagoga pasé toda mi infancia jugando a ser maestra, me fascinaba la idea de ser un referente para alguien y preparar mis clases. Años después, ese rol pasó a ser realidad. Desde ese momento sentí la necesidad de compartir con el mundo todas mis ideas, porque la educación, si no se comparte, no llegará a ser transformadora. Ser maestra implica ser todas las versiones que necesitan cada uno de tus alumnos para hacerles ver quiénes son y quiénes podrán llegar a ser.

Añade aquí tu texto de cabecera

Añade aquí tu texto de cabecera