¿Usas las pantallas para entretener a tus hijos? Prueba estas alternativas según su edad

Estas son algunas alternativas para que tu hijo deje de lado el móvil en su tiempo de ocio

Como padres y madres a veces no sabemos cómo entretener a nuestros hijos e hijas en su tiempo de ocio sin que estén pegados a las pantallas. Ahora que llega el verano la conciliación nos lo pone más complicado, los niños pasan más tiempo en casa y se nos acaban las ideas para entretenerles cuando nosotros necesitamos un tiempo de descanso o estamos trabajando.

El uso que hacen nuestros hijos e hijas de la tecnología, y en especial del móvil, nos preocupa mucho. Como padres y madres estamos aprendiendo a educar en un uso responsable de las pantallas y buscamos algunas alternativas para que nuestros hijos no se pasen todo su tiempo de ocio con ellas. Os aportamos algunas opciones para sustituir esa pantalla según la edad de tu hijo.

Cuando son bebés

Los niños recién nacidos no necesitan estar sobreestimulados. El contacto físico es el principal estímulo que debemos aportarles. “Para educar sin pantallas no hace falta tener doscientos juguetes, doscientas actividades ni doscientas ideas creativas. Educar sin pantallas es dar tiempo al niño para que se valga por sí mismo, es tener atención plena cuando estamos con ellos e integrarlos como seres valiosos en el hogar”, cuenta Marta Gallego educadora de familias de disciplina positiva y autora del libro ‘Educar sin pantallas’. Algunos objetos que podemos usar para llamar su atención son: objetos cotidianos que se puedan llevar a la boca, rasgar papel, pelotas de distintos tamaños, cajas de cartón… o también podemos cantarles, bañarles con distintas esponjas, hacer pompas de jabón darles abrazos, caricias... “Hay que dejar que vaya adquiriendo experiencias, poniéndole en contacto con un ambiente tranquilo, libre, ordenado… Y que la experimentación y la interacción con ese entorno le permitan a su cerebro ir ordenando paso a paso esas experiencias”, señala Gallego.

Niños que ya caminan

Cuando los niños comienzan a caminar, piden una mayor atención para poder entretenerse. Es muy normal que a partir de los 2 años tengan rabietas si no se cumplen sus necesidades y sus deseos. Aunque pueda parecer que cuantos más juguetes tenga en esta etapa más entretenido estará, no tiene por qué ser así. Por eso, Gallego señala que la cantidad de juguetes debe ser la justa, sobre todo para que el niño pueda hacer un juego libre. El juego libre consiste en presentar diferentes objetos y juguetes de manera ordenada y bella para que nuestro hijo escoja con qué quiere jugar. Debemos darle autonomía y libertad para que él solo juegue, pero antes podemos guiarles para saber cómo hay que quitar los objetos de las cestas y cómo luego se recoge. Otras alternativas son usar las construcciones, puzzles, contar historias, dar masajes, decorar macetas, usar las acuarelas, juegos de mesa adaptados a su edad, ir a la piscina (si es posible)…

Niños a partir de 8 años

A esta edad nuestros hijos ya tienen sus primeros intereses por adquirir un teléfono móvil. Algunas alternativas para que usen en su tiempo libre pueden ser, además de algunos ya nombrados anteriormente, juegos de mesa adaptados a su edad o libros por los que tenga interés. Asimismo, no debemos olvidar los ratos en naturaleza, tanto a partir de estas edades como en edades más tempranas. Los niños necesitan relacionarse con un entorno natural, jugar, correr libremente y relacionarse con los demás. Gallego también habla de darles tareas cotidianas que hacemos los adultos que ellos van a sentir como un juego: “si te digo que has de limpiar un zapato, seguro que piensas en ello como un trabajo, pero para un niño es un juego”.

A partir de esta edad nuestros hijos irán necesitando usar las pantallas para alguna tarea del cole, para comunicarse con sus amigos o porque quiere jugar un rato a un videojuego. Estos consejos pueden evitar que comiencen a tener adicción al teléfono y otras pantallas.

  1. Evitar usar aparatos digitales como medio para calmar al niño/a
  2. No utilizar ordenadores ni teléfonos en la hora anterior a dormir. La luz de estas pantallas genera insomnio
  3. Establecer horarios y límites para ordenadores y móviles.
  4. No instalar ordenadores en el cuarto del niño. Mejor tenerlo en un lugar común de la casa.
  5. Hacerle ver que, de la misma manera que en la calle desconfía de los extraños, en las redes sociales no puede proporcionar datos personales ni compartir fotografías con personas que no conoce.
  6. Utilizar un software de control parental.

Adolescentes

La adolescencia se caracteriza por una búsqueda de mayor libertad y autonomía. A partir de los 12 años nuestros hijos necesitan las pantallas para su día a día: trabajan, se comunican, socializan, se entretienen… No podemos evitar que no usen las pantallas, pero si hemos hecho un trabajo previo sobre concienciación de la tecnología, durante la adolescencia van a hacer un uso responsable de las pantallas. “Si hacemos un trabajo previo durante la infancia para educar sin pantallas, cuando lleguen a esta etapa tan efervescente en la que están en pleno proceso de búsqueda de su identidad, probablemente, será mucho más fácil evitar que caigan en los peligros de la hiperconexión”, señala Gallego. Algunas actividades y alternativas a usar el móvil en el tiempo libre de los adolescentes son: la lectura, estar con los amigos o que pueda invitarlos a casa, el deporte, escapadas rurales, conciertos u otras actividades culturales, hacer reparaciones en casa con remuneración, juegos de mesa, etc.

Asimismo, para que el tema de las pantallas no sea un problema en casa durante esta etapa, te damos algunas claves:

  • Ordenadores, móviles, tabletas y televisiones en zonas comunes de la casa
  • Límites y reglas consensuadas para utilizar la tecnología
  • Poner un horario de uso del móvil (que cumpla toda la familia, también los padres)
  • Da ejemplo: no se puede prohibir usar a nuestro hijo el móvil durante la cena si nosotros estamos usándolo.
  • Navega, chatea y juega con tus hijos
  • Transmítele información sobre protección y riesgos para ayudarles a que ellos utilicen su pensamiento crítico
  • Asesorarse sobre los filtros parentales
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Alicia Mendoza

En el camino a convertirme en periodista y comunicadora audiovisual descubrí que hay varios valores que quiero que acompañen siempre a mis palabras: el compromiso, la verdad y la igualdad. Valores que también aplico a mi día a día para contribuir a una sociedad cada vez más justa. La educación, los feminismos, los cuidados y los vínculos emocionales conforman los pilares sobre los que me formo cada día.

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