Tu hijo no va a aceptar a tu nueva pareja, y es normal

Cuánta ilusión, ganas de compartir, enamoramiento… vivimos cuando comenzamos una nueva relación y cuando estamos creando una nueva familia. En nuestra imaginación puede parecer todo muy bucólico y podemos pensar que nuestros hijos adorarán a nuestra nueva pareja y sentirán a los hijos de esta como hermanos. Lamentablemente, no siempre es tan fácil.

Tenemos que recordar que nuestros hijos no están sintiendo todo esto al igual que nosotros, y por ello pueden tardar mucho más en aceptar esta nueva realidad. Querer demasiado rápido a esta nueva persona puede hacerles sentir, además, que están fallando a su padre/madre biológicos, aunque no sea así.

No es una situación fácil para ellos y tendrás que tener mucha paciencia y validar sus emociones. Cada cambio requiere un duelo. Primero tendrán que pasar el de la separación, entender que su papá o su mamá ya no vivirá en casa y ya no estarán todos juntos. Una vez superada esta parte, también tendrán que superar otro duelo y aceptar que su madre o padre tiene una nueva relación con otra persona. Como reciban la noticia dependerá de la edad, el carácter, la relación que tengan con su otro progenitor… hay muchas variantes en juego.

¿Qué debo hacer yo para ayudar a mis hijos a aceptar la nueva situación?

Acompaña sus emociones, permítelas, son suyas, empatiza de manera real, que sientan que les entiendes y que te pones en su lugar. Dales su tiempo para poder reestructurar de nuevo su idea de familia.

Para que te resulte un poco más sencillo, te dejo algunos consejos que puedes aplicar en casa:

Amor incondicional

Los “te quiero” nunca sobran, nunca. Recuérdale que, aunque no comprenda esta nueva idea de familia, le entiendes y le sigues queriendo muchísimo. Cuando vuelva de estar con su padre/madre dile que tenías muchas ganas de verle, seguro que le ayuda.

Respeto

En general con todo, con su adaptación a la nueva familia y a la nueva situación. Respeto por la madre o el padre biológico no conviviente, me refiero a no desautorizar lo que el otro progenitor dice o hace, habladlo entre las personas adultas, hacerlo sólo le puede crear un conflicto de lealtades.

Visibilidad

Lo que no se nombra, no existe. Darle visibilidad a la figura de la madrastra o padrastro, es lo que sois, y no tenéis porque esconderlo.

Curiosidad

Pregúntale que ha hecho en el tiempo fuera, que te cuente las cosas que hace con su madre o padre. Aquí el tono debe ser de curiosidad, dándole la opción de contar lo que pasa en la otra casa. Evita que pueda sentir que quieres sacarle información. Dale confianza para que te pueda contar lo que sea al respecto.

Pertenencia

Igual que con la figura de padrastro o madrastra, las criaturas han de sentir que pertenecen a esta nueva familia. Idead planes nuevo y juntos que favorezcan esta conexión, todo sin forzar la situación.

Amabilidad y firmeza

En esta situación podemos tender a la sobreprotección porque “ya está pasando suficiente con la separación o la aceptación de la nueva pareja…” y de esta manera no le estarás ayudando. Esta es la base de la Disciplina Positiva, ser amables con nuestro tono de voz, respetando la situación y las necesidades de los más pequeños y también siendo firmes al mismo tiempo, con las decisiones que tomemos y siendo consecuentes.

Cada proceso de cada persona lleva un tiempo, admite que su tránsito puede ser más largo que el tuyo y acompáñale en lo que necesite. Tener una actitud positiva ante esta situación favorecerá que este duelo sea más corto. Confía en tus hijos, ellos podrán sentir esa confianza y les dará seguridad.

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Sandra Martín

Creadora de Edúcame en Positivo, Educadora de familias en Disciplina Positiva y Encouragement Consultant. Mamá de 3 y miembro de una familia enlazada.

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