Una mejor conciliación de la vida laboral y familiar, por el bien de nuestros hijos

"¿Les estamos dedicando a nuestros hijos el tiempo que requieren? Parece que ellos creen que no. Entonces, ¿qué vamos a hacer?, ¿no vamos a escuchar su demanda?"

No hay duda, pero quizá hacía falta un estudio para llamar la atención sobre esta necesidad claramente social: las medidas de conciliación (como horarios flexibles, posibilidad de teletrabajar, excedencias conservando el puesto de trabajo, permisos retribuidos, escuelas de madres y padres…) aumentan el bienestar de la infancia (en términos de educación, salud, seguridad, estilos de vida en tiempo libre…). Nos hacemos eco de un estudio publicado hace unos años por la Fundación Másfamilia (responsable del sello efr, que tuvimos el honor de obtener recientemente), junto con la Fundación Adecco, Tatum y Análisis e Investigación, con la colaboración de la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid para unirnos a la reivindicación de un cambio que está en nuestras manos: una apuesta por la conciliación para que nuestros hijos e hijas no se sientan desamparados. 

 

En este estudio, que ha contado con la participación de empresas, profesores, la Oficina del Defensor del Menor y trabajadores y trabajadoras, se recoge la voz de los niños y niñas gracias a la Oficina del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid: “los niños manifiestan claramente que ellos quieren pasar más tiempo con sus padres”. Además, el Defensor del Menor recoge quejas de profesores por el poco tiempo que los padres y madres pasan con sus hijos e hijas, el excesivo tiempo dedicado a las actividades extraescolares, la imposibilidad de muchos padres y madres de asistir a las tutorías por los horarios de las mismas y quejas de trabajadores y trabajadoras que, por su empleo, no tienen tiempo para sus hijos. Niños y niñas pidieron, en un informe para UNICEF, que las autoridades “hagan todo lo posible para que quienes tienen trabajo puedan prestar más atención a sus hijos”. “Todas estas quejas tienen un denominador común: la infancia y la adolescencia hoy en día está muy sola”, asegura el informe.

Por eso, la Fundación Másfamilia nos llama a la reflexión: “¿Les estamos dedicando a nuestros hijos el tiempo que requieren? Parece que a ellos les parece que no. Entonces, ¿qué vamos a hacer?, ¿no vamos a escuchar su demanda?, ¿a qué estamos esperando para reaccionar?”.

La escasa presencia de los padres en el día a día de los hijos (debido a la falta de medidas de conciliación) puede perjudicar el bienestar físico de los hijos: al obligarles a un mayor sedentarismo y al quitarles horas de sueño si han de madrugar mucho o esperar hasta la noche a que vuelvan sus padres. También puede mermar el bienestar emocional (con la sensación de desamparo, pocas oportunidades para promover la educación emocional desde casa, tristeza, falta de motivación, cansancio o estrés y efectos de educar “desde la culpabilidad”: se atienden demasiado los caprichos “para compensar” y se deja de poner límites en la educación). Puede resentirse además el bienestar académico (porque sus padres no pueden implicarse en su vida escolar, porque los hijos fallan las asignaturas para llamar la atención de sus padres o porque se llenan sus agendas de actividades extraescolares con el criterio de que pasen el día hasta que lleguen sus padres). Y por último los hijos pueden pasar demasiadas horas frente a los medios de comunicación u otras pantallas, sin el filtro o el criterio de los padres y, de nuevo, aumentando el sedentarismo.

Prácticamente todas las empresas analizadas (el 100% de las empresas con sello efr y el 95% de las empresas sin sello) son conscientes de que las medidas de conciliación aumentan sensiblemente el bienestar de la infancia. Por eso, Másfamilia considera que “la alta dirección de las empresas debería comprometerse y asumir el liderazgo de la puesta en marcha de políticas de conciliación y de responsabilidad familiar y a su vez generar una cultura respetuosa, sensibilizando y formando a sus mandos intermedios, para que no supongan un freno a su implantación en los equipos. Sería así mismo recomendable que, tanto la alta dirección como los mandos intermedios, sirvieran de ejemplo al resto de la organización, adoptando ellos mismos medidas de conciliación”.

En el estudio, Másfamilia subraya que la falta de tiempo no es el único obstáculo para ejercer una paternidad o maternidad responsable, sino que además puede existir una falta de sensibilización. Por eso, la Fundación “recomienda a las empresas que trabajen en la sensibilización y formación en este punto, mediante iniciativas como la de “escuelas de padres” debido al alto grado de beneficios que aportan (un 17% de las empresas efr encuestadas ha implantado este tipo de acciones, ocasionando una satisfacción del muy elevada, en el 100% de los usuarios)”.

Con la crisis, subraya la Fundación Másfamilia, ha aumentado el miedo por perder el puesto de trabajo y la tendencia al presentismo. Estas tendencias “se traducen en más horas en el lugar de trabajo y más estrés y ansiedad que dificulta la obra de atención y educativa de nuestros hijos”. Por eso, Másfamilia recomienda “que las empresas abandonen definitivamente los modelos presentistas (agudizados por la crisis), tan poco eficientes, y opten por modelos basados en la productividad de las personas y en el cumplimiento de objetivos individuales. Y que los empleados/as asuman la importancia de su productividad y de su efectividad.

El estudio advierte contra el falso mito de que “la mayor atención debe producirse en la educación Infantil y Primaria, frente a la Secundaria y Bachiller, de forma que a partir de 12-13 años nuestros hijos son autónomos para enfocar su desarrollo formativo, elegir sus redes sociales on-line y off-line, por su cuenta”. Por eso, más allá del manido “se puede dar poco tiempo pero de calidad”, la Fundación pide que se implanten medidas de conciliación más allá de los 12 años de edad de los hijos e hijas. “El período de Secundaria es crítico a este respecto y tiene una profunda trascendencia en la parte curricular, pero sobre todo en la personalidad de nuestros hijos”, nos recuerda el documento. Hablando de edades, los autores del estudio reconocen que en los tres primeros años de vida de nuestros hijos “se forja  la base de la inteligencia emocional (autocontrol, autoconfianza, empatía etc.)”. Por eso, los autores recomiendan intensificar las medidas de conciliación para padres y madres de hijos con estas edades.

Másfamilia aboga por que las administraciones públicas favorezcan a empresas y otras organizaciones que dispongan de buenas praxis en este campo, tan crucial para el bienestar de los niños y niñas. Y pide que las empresas promuevan actividades de ocio y voluntariado familiar entre sus empleados. Y por último, que centros educativos se impliquen en la creación de escuelas de padres y madres y que eviten las largas jornadas escolares: “Los menores son los auténticos protagonistas de la conciliación y desgraciadamente de la falta de conciliación y no puede ni debe recaer sobre ellos el peso de las consecuencias de nuestro modelo socio-laboral”, concluye.

En suma, la Fundación Másfamilia resalta que “debemos esforzarnos en buscar soluciones para el bienestar de la infancia, compatibles con el trabajo remunerado de sus progenitores y tutores. Este debe ser el auténtico norte que debería guiar todas nuestras actuaciones”. Ese es el mismo compromiso que guía el trabajo de Gestionando Hijos.

 

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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