Dice el psicólogo Rafa Guerrero que las emociones suelen ir acompañadas de un fenómeno neurovegetativo, es decir, de una respuesta de tipo corporal. En el caso de la vergüenza, que es por cierto una emoción de defensa (un mecanismo de protección), la reacción corporal podría ser el calor en el rostro o la tonalidad roja que este adquiere, así como el hormigueo que nos recorre todo el cuerpo de pies a cabeza cuando nos enfrentamos a una situación incómoda o nueva para nosotros.
Lo cierto es que esta emoción, la de la vergüenza -que podremos ver en la nueva película de Disney y Pixar Del Revés 2 (Inside Out 2) a partir del miércoles 19 de junio, es totalmente legítima, como todas las demás, pero nos preocupa sobremanera en nuestros hijos. Y en ocasiones optamos por convertirnos en padres ventrílocuos, como explica la psicóloga infantojuvenil Teresa Jiménez. Es decir, acabamos por responder por ellos sin darle la oportunidad de contestar por ellos mismos, una actitud poco saludable que redunda en niños inseguros, incapaces y sin autonomía ni confianza en ellos mismos.
Y es que los adultos somos los que a veces fomentamos la vergüenza en nuestros hijos con actitudes como “la crítica excesiva, la comparación con otros niños o la falta de aceptación incondicional. Nuestras acciones y palabras pueden influir en la autoestima y percepción de sí mismos de los niños“, según la maestra especializada en Pedagogía terapéutica y Tecnología educativa Esther Moreno.
“Nuestras acciones y palabras pueden influir en la autoestima y percepción de sí mismos de los niños”
“Los adultos somos una figura de referencia y en función de cómo les comunicamos los mensajes va a influir sobre su desarrollo“, afirma por su parte Michael Thomas Bennet, maestro con máster en neurodidáctica que trabaja como formador de profesores y profesor universitario.
La vergüenza, aunque pensemos que no, tiene un enorme impacto en el aprendizaje, las relaciones sociales y el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos. Además, “puede afectar a su confianza, a su capacidad para expresarse y a su disposición para participar en actividades”, explica Miguel Chumillas, docente especialista en educación artística y metodologías activas de aprendizaje. Puede, además, generar miedo al fracaso.
¿Y cómo podemos ayudarles?
- Brindándoles apoyo emocional, comprensión y empatía
- Promoviendo un ambiente de respeto en el hogar
- Evitando avergonzarles en público
- Desechando las críticas destructivas y no ridiculizando sus sentimientos
- Explicándoles que es una emoción que todos experimentamos en algún momento
- Validando sus sentimientos, acompañándolos y dándoles herramientas para manejarla
- Enfocándonos en sus fortalezas y logros
- Evitando la corrección constante y el refuerzo negativo
- Mostrándoles amor incondicional cada día
- Escuchándoles de forma activa
- Enseñándoles a diferenciar entre la vergüenza saludable, que puede ser una señal de conciencia social, y la vergüenza tóxica, paralizante y destructiva
- Aprovechando cualquier momento en el que estén o estemos pasando vergüenza para fomentar la empatía y la comprensión de esta emoción
- Potenciando una comunicación abierta
- Dando ejemplo y modelando nuestra actitud
- No etiquetando. Etiquetar puede ser peligroso porque afecta directamente a las profecías autocumplidas, es decir las expectativas que tenemos condicionarán la conducta y comportamiento de nuestros hijos. Y si al final les repetimos a menudo eso de ‘eres un vergonzoso’ lo acabarán interiorizando. En este caso es mucho más beneficioso cambiar el ‘ser’ por ‘estar’. Por ejemplo, no es lo mismo decir ‘eres un torpe’, que ‘no te estás esforzando lo suficiente’.
Con todo, “debemos ayudarles a aceptar la vergüenza como uno más de los visitantes emocionales que puede llegar a nuestro cuerpo“, concluye Miguel Chumillas.
“Debemos ayudarles a aceptar la vergüenza como uno más de los visitantes emocionales que puede llegar a nuestro cuerpo”
En definitiva, la vergüenza, como todas las emociones, no es buena ni mala. Todo dependerá de cómo afecte al desarrollo de nuestra vida normal y a si podemos o no gestionarla de la forma correcta y experimentarla en su intensidad oportuna (esto es a lo que tenemos que ayudar a nuestros hijos e hijas). El propósito de Disney y Pixar es, precisamente, normalizarla y mostrársela a nuestros peques y, para ello, han creado un personaje en Del Revés 2 (Inside Out 2), película que se estrena en cines el miércoles 19 de junio.
