En Gestionando hijos nos gusta reivindicar la amabilidad. Por eso nos ha encantado este vídeo que nos recuerda que la amabilidad es contagiosa y nos ayuda a construir un mundo mejor. Os invitamos a verlo con vuestros hijos para hablar sobre este valor. Nos dice Begoña Ibarrola en nuestra plataforma que la amabilidad ayuda a que nuestros hijos “aprendan a vivir en armonía con los demás y se sientan felices”. Seguro que este vídeo que hoy os proponemos deja bien claro que”la amabilidad es lo que mantiene el mundo a flote”.
La amabilidad se puede educar y tiene muchos beneficios
Podemos pensar que las personas pueden o no pueden ser amables, como son rubias o morenas, pero nos dice Begoña que “la ambilidad es una actitud que nace del corazón, es un valor y también es un hábito, y como tal se puede educar”. Es más, nos dice, “hay multitud de ocasiones en el día a día en que vuestro hijo puede mostrar esa amabilidad y sentir que los demás se la devuelven”, tal como muestra el vídeo que acabamos de ver.
Los beneficios de la amabilidad son numerosos:
- Genera espacios a nuestro alrededor donde las personas se sienten mucho mejor.
- Potencia nuestra propia autoestima, porque sacamos nuestra mejor versión.
- Es un antídoto contra el maltrato
- Potencia una convivencia armónica y es contagiosa.
Diferenciar la amabilidad de la actitud servil
Aunque la amabilidad es tremendamente positiva, a veces la confundimos con el servilismo, con decir que sí a todo y olvidarnos de nuestros propios derechos. Begoña Ibarrola nos invita a dejar esto meridianamente claro a nuestros hijos: ser amable no supone ser servil y es muy importante no fomentar la actitud servil en nuestros hijos. Podemos hacerlo fomentando su asertividad, recordándoles que tienen derecho a tener opinión propia, a expresar sus emociones, a manifestar sus propias necesidades…
Otra de las confusiones alrededor de la amabilidad es que, según Begoña, “solemos ser más amables con los desconocidos que con los conocidos”. Por eso nos invita a ser amables en casa, ayudar a los hijos a tener pequeños detalles, preparar pequeñas sorpresas, para fomentar un buen clima en nuestro entorno más cercano.
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