Quizá hoy vuestros hijos se han levantado con pocas ganas de volver al cole, quejándose de que las vacaciones se hayan acabado y con una actitud un poco negativa. Quizá vosotros y vosotras también compartáis esa actitud, ¿verdad? Pues hoy os proponemos que veáis con vuestros hijos este vídeo con una canción alegre y pegadiza y un mensaje muy importante: una actitud optimista te ayudará a ver el lado bueno de todo lo que te pase.
Aunque está en inglés, se entiende muy bien y seguro que a vuestros hijos pequeños les gusta y divierte. El protagonista es un gato que canta muy feliz con sus recién estrenados zapatos blancos.
El vídeo, basado en un cuento del mismo título de la colección Pete the Cat de James Dean dice así:
“Pete el gato estaba paseando por la calle con sus recién estrenados zapatos blancos. Le gustaban tanto que no paraba de cantar esta canción:
-Me encantan mis zapatos blancos, me encantan mis zapatos blancos, me encantan mis zapatos blancos.
Oh, no, Pete pisó un montón de fresas. ¿De qué color se tiñeron sus zapatillas?
-¡Rojo!
¿Pete se puso a llorar?
-¡No, qué va!
Siguió caminando y cantando su canción
-Me encantan mis zapatos rojos, me encantan mis zapatos rojos, me encantan mis zapatos rojos
¡Oh, no! Pete pisó un montón de arándanos. ¿De qué color se tiñeron sus zapatos?
-¡De azul!
¿Se puso Pete a llorar?
-¡No, qué va!
Siguió caminando y cantando su canción:
-Me encantan mis zapatos azules, me encantan mis zapatos azules, me encantan mis zapatos azules
¡Oh, no! Pete pisó un enorme charco de barro. ¿De qué color se tiñeron sus zapatos?
-¡De marrón!
¿Se puso Pete a llorar?
-¡No, qué va!
Siguió caminando y cantando su canción:
-Me encantan mis zapatos marrones, me encantan mis zapatos marrones, me encantan mis zapatos marrones.
¡Oh, no! Pete pisó un cubo lleno de agua. Y todo el color marrón, todo el color azul y todo el color rojo desaparecieron. ¿De qué color eran sus zapatos de nuevo?
-¡Blanco!
¡Pero ahora estaban mojados! ¿Pete lloró?
-¡No, qué va!
Siguió caminando y cantando su canción
-Me encantan mis zapatos mojados, me encantan mis zapatos mojados, me encantan mis zapatos mojados
La moraleja de esta historia de Pete es: “Sea lo que sea lo que pisas o en lo que te metas, sigue caminando y cantando tu canción, porque todo está bien”