“El corporativismo adulto nos hace justificar ciertas formas de tratar a los más pequeños”, critica UNICEF
Lo reconocemos. Este vídeo es una bofetada en nuestra conciencia y no es especialmente bonito, pero es muy necesario que toda la sociedad lo vea. En Gestionando hijos, como dice Mar Romera, que estará con nosotros el 16 de diciembre, “os permitís entre líneas defender a los más pequeños que no siempre son los que más interesan”. Y este compromiso con la infancia y sus derechos nos lleva a pedirte que veas este vídeo y no mires a otro lado.
UNICEF ha publicado un informe que muestra unos datos terribles: tres de cada cuatro niños de 2 a 4 años son sometidos a algún tipo de disciplina violenta por parte de las personas que los cuidan. Y hay más, uno de cada cuatro adultos que cuidan o son responsables de niños afirma que el castigo físico es necesario para educarlos correctamente. La violencia contra los niños que denuncia UNICEF abarca desde bofetadas, gritos, insultos, agresiones a abusos sexuales.
Este organismo de la ONU se muestra especialmente crítico con “el corporativismo adulto” que “nos hace justificar ciertas formas de tratar a los más pequeños o incluso tapar comportamientos que no toleraríamos hacia una persona mayor de edad”. Así, los niños y niñas se sienten culpables y merecedores de la violencia que reciben.
15 millones de adolescentes en el mundo han sido forzadas a mantener relaciones sexuales. Un 90% de ellas conocían a su agresor. Esto lleva a UNICEF a recordar que la violencia contra los niños y adolescentes no está siempre lejos, no es fruto de desconocidos peligrosos, sino que está más cerca de lo que pensamos.
Como dicen en el informe, “conocer la magnitud del problema es el primer paso para atajarlo”. Y es que durante mucho tiempo la violencia contra los niños, niñas y adolescentes ha sido ninguneada, minusvalorada, justificada… Y muchas de las manifestaciones de esa violencia están más cerca de lo que pensamos: “Las agresiones sexuales en la infancia, incluso una insinuación de un vecino o familiar, el acoso de los compañeros en la escuela, que afecta a 1 de cada 3 niños en el mundo, o la bofetada de un padre o una madre son solo algunos ejemplos de los tipos de violencia a los que se enfrentan millones de niñas y niños cada día”. Los efectos de esta violencia no son menores: “Los niños que la sufren son más proclives a crecer inseguros, con falta de confianza y baja autoestima. No solo las cicatrices físicas quedan marcadas para siempre, las heridas del miedo y la humillación pueden ser imborrables en la salud mental de un niño”.
Por eso, nos recuerda esta agencia de la ONU defensora de la infancia, “el silencio no es una opción. Ser testigo y no hacer nada es como decirle a ese niño que lo que le están haciendo está bien. No te calles”. En apenas un día, más de tres mil personas se han unido al movimiento contra la violencia hacia la infancia. ¿Te sumas?