Frases prohibidas (en tono nervioso y desbordado): “¡Cálmate de una santa vez!”

Mensajes detrás de un mal comportamiento

Cuando las emociones de nuestros hijos se desbordan (incluso un ataque de risa a la hora de acostarse, pero más a menudo la ira, la tristeza o el miedo) solemos pedirles que se calmen, y cuanto antes mejor. Y nos vamos poniendo nerviosos. Reflexionamos con la historia de Natalia y con un pequeño viaje al cerebro por qué esta frase no nos ayuda.