Llegamos a casa agotados de nuestra jornada laboral. Estamos con nuestros hijos, jugamos, les bañamos, cenamos, les leemos y es la hora de dormir. Pero de repente, nuestro hijo o hija tiene más energía y no le apetece dormirse.
Nosotros, víctimas de nuestro cansancio, no sabemos qué hacer, porque otro día más nuestro hijo no se quiere dormir. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos resolver los problemas a la hora de dormir a los niños?
Amaya de Miguel, mentora de familias y creadora de ‘Relájate y Educa’ nos da las soluciones para que nuestros hijos vayan a la cama a su hora en nuestro curso ‘Rabietas y límites desde el respeto’.
Pasos importantes para solucionar los problemas a la hora de ir a dormir a los niños
La experta explica ciertos pasos que debemos tener en cuenta a la hora de que se vayan a dormir:
Revisa los horarios que hay en casa
“Cuanto más tarde se acuesten los niños, peor va a ser todo”, advierte Amaya de Miguel. La hora de irse a dormir afecta tanto a los niños como a nosotros. La experta recomienda adelantar la cena media hora, o incluso una hora más para que la hora de dormir sea antes. Este cambio puede conllevar problemas: quizás tienen extraescolares o no han acabado los deberes. Ante esta última situación, lo mejor es marcar un horario límite para hacer deberes y los que no se llegan a hacer, se llevan sin hacer. Si no se alargan los deberes, tampoco se alargará la cena y no se irán a dormir a deshoras. Es importante, remarca, que los horarios se cumplan para que haya previsibilidad en su vida.
Nada de pantallas dos horas antes de irse a la cama
¿Les dejamos que jueguen a videojuegos o estén con la tablet antes de irse a dormir? Quizás sea uno de los motivos por los que nuestros hijos o hijas están tan activos a la hora de irse a dormir. “La luz de las pantallas le lanzan al cerebro el mensaje de que es de día, así el cerebro actúa como si fuera de día”, señala la experta. Por eso, es importante que no tengan nada de pantallas dos horas antes de irse a la cama.
Con adolescentes es complicado retirarles el móvil o el ordenador fuera de su habitación porque les apetece hablar a sus amigos a esas horas, pero es recomendable hacerlo para que no caigan en la tentación de cogerlo y duerman menos horas de las debidas. Para que esto no conlleve tantas discusiones en casa, podemos hacer un pacto con ellos en el que establezcamos que estos aparatos deben estar fuera del dormitorio. Este pacto nos llevará negociaciones y que ambas partes cedan en ciertos puntos.
Actividades tranquilas antes de dormir
Las actividades que hagan antes de irse a la cama no deberían ser demasiado movidas y tampoco les deberían requerir mucha atención y energía. Nosotros, como líderes de la familia, debemos guiarles para que realicen actividades más tranquilas. Podemos acompañarlo bajando la intensidad lumínica de la casa, si tenemos esa posibilidad.
Situaciones concretas a la hora de ir a dormir
Os traemos algunas soluciones a situaciones que nos pasan con nuestros hijos cuando llega la hora de acostarse:
Mi hijo no puede dormir sin mí
Si hemos decidido que es el momento de que duerman solos en su cuarto y vemos que se resisten y les cuesta, Amaya nos cuenta que les podemos decir esto: “yo sé que es difícil para ti separarte de mamá, porque te encanta estar conmigo y a mí me encanta estar contigo, estamos tan bien juntos. Este cuerpecito que tienes, este cuerpo necesita descansar. ¿Qué podemos hacer para que sea más sencillo para ti? Dormirte”. Aun así, si nos necesitan durante un rato con nosotros en su habitación, quedémonos. Es importante cubrir la necesidades de atención y afectivas que requieren.
Asimismo, podemos decirles: “me voy a quedar contigo hasta que estés listo para que me vaya. Cuando creas que me puedo ir, dímelo”.
Debemos dar alternativas a nuestros hijos e hijas para que haya una transición a la hora de dormir solo: podemos proponerles que duerman con nosotros haciendo colecho, poniendo su cama en nuestra habitación o también que duerman con sus hermanos. Pueden ir probando y poco a poco puedan tener más seguridad a la hora de dormir solos.
No se quieren ir a la cama a su hora
Cuando nuestros hijos e hijas no quieren irse a la cama a su hora, Amaya confía en el juego para que les apetezca irse a dormir. Así nos lo cuenta: “A veces el conflicto empieza no en la cama, sino mucho antes, estáis en el salón, jugando, leyendo y hay que irse a lavar los dientes, o hay que irse ya al dormitorio. Y ahí empieza la resistencia: no quiero, me entretengo, sigo jugando cinco minutos, me peleo con el hermano, no voy a ir a la cama, porque la transición es difícil. Pero tú puedes transformar este momento difícil y convertirlo en un juego. Yo durante años me he llevado a mis hijos como un saco de patatas, como unan carretilla, nos hemos ido haciendo un tren, nos hemos ido contando un cuento…”.
Cuando no paran de llamarnos y pedirnos cosas
Nos piden agua, nos piden una almohada, nos piden que les volvamos a contar un cuento, nos piden ir al baño otra vez… Todas estas peticiones las realizan para alargar el momento de la despedida, para no dormirse. Amaya recomienda que les digamos lo que les pasa para entiendan cuál es la razón por la que no se quieren dormir: “Creo que te pasa que no te quieres despedir de mí, por eso me pides más agua. Pero a partir de ahora, solo me puedes pedir agua una vez”. Para llevar a cabo esto, la experta aconseja que hagamos un cartel en el que escribamos que solo nos pueden hacer peticiones una vez. También podemos usar los cuentos que tratan el tema del sueño para que nuestros hijos e hijas se reconcilien con irse a dormir y no tengan esa necesidad de pedirnos constantemente cosas.