Estamos a solo dos días de la llegada de Papá Noel a los hogares de millones de niños y a unas semanas de la llegada de los Reyes Magos, y de que los niños vivan, en consecuencia, la “magia” de la Navidad. Son dos tradiciones muy arraigadas en nuestro país y los niños suelen crecer creyendo en todo ello hasta que, tarde o temprano, lo descubren por sí solos o nosotros optamos por revelar la verdad.
¿Debemos contar la verdad sobre Papá Noel y los Reyes Magos a nuestros hijos?
Se trata de “una decisión muy personal y subjetiva que solo cada familia, acorde a sus pensamientos, sus creencias, sus sentimientos y sus tradiciones, puede llegar a tomar” explica la logopeda y maestra especialista en Pedagogía Terapéutica Beatriz Maya.
Además, esta nos plantea varias opciones para que seamos nosotros mismos quienes elijamos la alternativa que consideremos más apropiada en función de nuestras circunstancias.
- Seguir con la tradición tal cual la conocemos. Dotando a los Reyes Magos y a Papá Noel de la magia que les caracteriza y esperar a que llegue el momento en el que tengamos que plantear a nuestro hijo la verdad.
- Vivir la tradición desde un punto intermedio y respetuoso. Es decir, podemos hacer partícipe a nuestro hijo de esta tradición, contándole en qué consiste y qué se ha venido haciendo hasta ahora, y dejar que sea él quien decida si quiere o no creer en los Reyes Magos y en Papá Noel. Preguntas como “¿qué crees tú?” o “¿a ti qué te parece?” pueden ayudarnos a saber qué piensa nuestro hijo y a decidir hasta qué punto queremos intervenir. No obstante, ante cualquier pregunta, no acrecentaríamos ni fomentaríamos el engaño, sino que trataríamos siempre de ofrecer una perspectiva lo más respetuosa posible, sin entrar en la mentira.
- Vivir la Navidad sin ni siquiera plantear la opción de que existen los Reyes Magos ni Papá Noel. De esta forma, explicaríamos a nuestro hijo las cosas tal y como son, que son sus seres queridos las personas que le hacen esos regalos para celebrar la tradición y ofrecer el sentido (religioso o no) a la Navidad que más vaya con nosotros mismos.
¿Cuál es la mejor edad para contárselo?
Los expertos establecen el rango de edad entre los 7 y los 10 años como la franja ideal para que nuestros hijos conozcan la verdad sobre este asunto, ya que es cuando comienzan a desarrollar el pensamiento abstracto. Sin embargo, si nuestros hijos no lo descubren a esas edades no pasa absolutamente nada, pues no existe una edad exacta para contarles la verdad sobre los Reyes Magos y Papá Noel, ni tampoco hace falta que establezcamos un momento determinado para contárselo.
“Depende de la maduración y del nivel de razonamiento de cada niño. Observando a nuestro hijo y prestando atención a sus pensamientos y verbalizaciones, seremos capaces de saber cuándo se aproxima ese momento y actuaremos de la forma más conveniente en consecuencia”, señala Beatriz Maya. Por tanto, tenemos que respetar los tiempos de nuestros hijos y no presionarles. No significa nada, ni bueno ni malo, que lo descubran antes o después, así que mantengamos la calma. Asimismo, tenemos que permitirles que nos hagan las preguntas que consideren e ir respondiéndoles de tal forma que ellos mismos vayan reflexionando y afianzando sus ideas (sean las que sean).
“La ilusión no tiene por qué perderse, ni por la edad ni por saber la verdad” Beatriz Maya
Si nos dicen que ya lo saben, es importante que les preguntemos cómo se sienten y validar sus sentimientos. Tenemos que hacerles sentir comprendidos, acogerles a nivel emocional y no tratar de avergonzarles con comentarios como “¿cómo no te habías dado cuenta antes?” “Por fin te das cuenta, que ya eres muy mayor”.
La Navidad puede seguir siendo mágica. “La ilusión no tiene por qué perderse, ni por la edad ni por saber la verdad”, concluye la especialista Beatriz Maya.