Existe un nuevo ‘idioma’ para comunicarnos con nuestros hijos. Uno que provoca las risas y el asombro de los pequeños de la casa, uno que suena a “melodía bonita y que no hace que nuestros hijos no hagan las cosas que hay que hacer, sino que hace que podamos convertir una situación difícil en una más fácil para ellos“, según Amaya de Miguel. Tuvimos la oportunidad de conocer esa nueva manera que podemos tener los padres de enseñar a nuestro hijos en el evento del pasado 26 de noviembre en los cines Kinépolis de Madrid. Amaya nos la explicó, y nos puso ejemplos.
Nos contó que nuestros hijos tienen una suerte de ‘bola emocional’ cuando se enfrentan a cosas que les cuesta hacer. Y que nosotros, muchas veces sin querer, hacemos que esa pelota se haga más y más grande. “Les creamos una asociación negativa y resistencia a determinadas acciones. Y pasamos por encima de los niños como una apisonadora. Mi invitación es a no añadir más peso a la pelota, sino hacerla más pequeña. Porque tenemos el poder de conseguirlo. Es una elección. Nosotros elegimos el camino que queremos recorrer”, explicó. Y es aquí donde entra su disciplina juguetona como herramienta.
Nos invitó, además, a elegir una situación que se nos antoje complicada en nuestras casas y que normalmente se resuelva enfado mediante. Nos invitó a pensar de qué otra manera podemos transformar esa situación en algo divertido, menos difícil, para cambiar las cosas y que nos resulte a todos más fácil. De este modo, con este nuevo idioma “crearemos un momento de conexión con nuestros hijos y suavizaremos la dificultad. Les lanzaremos el importante mensaje de que los respetamos profundamente y de que reconocemos su dificultad. De que estamos eligiendo el mejor idioma para ayudarle a superarlo y de que no vamos a convertirnos en su enemigo, sino que vamos a acompañarle para que su malestar no crezca“.
“Con la ‘disciplina juguetona’ les lanzamos el mensaje de que los respetamos. De que no vamos a convertirnos en su enemigo”, Amaya de Miguel.
¿Y qué beneficios tiene esto en los niños?
- Darles espacio a lo que son. Porque de este modo no estarán pendiente de nuestras acciones, sino de ellos mismos. Les dejaremos ser
- Crecerán más seguros al sentirse respetados
- Su autoestima se verá fortalecida
- Serán más creativos al no existir esa hostilidad, ese “choque de trenes” que les limita.
Algunas ideas para practicar la ‘disciplina positiva’:
- Podemos hacerles ver que nos hemos encontrado ‘cucarachas'(sus zapatillas) por la casa e invitarles a llevarlas a su sitio
- Podemos hacer del momento de acostarse algo divertido con un masaje ‘pizza’ o de cualquier otro alimento (y haremos los gestos de colocarle los ingredientes sobre la espalda…)
- Podemos invitarles a limpiar la mampara si lo que les cuesta es bañarse
- Podemos dejarles mensajes en papiroflexia para que tiren la basura o hagan alguna tarea
- Podemos ayudarles a buscar ‘su voz bonita’ si lo que están haciendo es gritarnos o hablarnos mal