La vida es a menudo imprevisible e inesperada y nadie está exento de enfrentarse a situaciones difíciles en algún momento. La forma en que las personas manejan la frustración es un factor crucial en la capacidad de tener éxito, alcanzar metas y ser feliz. Por esta razón, es esencial enseñar a los niños a tolerar la frustración desde una edad temprana, afirma Cristina Gutiérrez, experta en Educación Emocional y creadora del Método La Granja Ability training center©.
La tolerancia a la frustración es la habilidad de manejar de manera efectiva las situaciones difíciles, aceptándolas y buscando soluciones adecuadas a ellas en lugar de rendirse y abandonar. Esto puede permitir a los niños experimentar una sensación de logro, especialmente cuando se enfrentan a desafíos. Al aprender a perseverar, a trabajar duro y a no darse por vencidos, los niños “se sienten más seguros de sí mismos y con mucha más confianza, lo que hace que aumente su autoestima”, explica Gutiérrez.
La intolerancia a la frustración puede ser perjudicial en las relaciones sociales y en el éxito académico
Por el contrario, los niños que tienen una baja tolerancia a la frustración a menudo se rinden cuando las cosas se ponen difíciles, y esto puede llevar a la falta de confianza y una actitud derrotista. Pueden requerir atención constante y refuerzo positivo para completar las tareas, y esto puede ser agotador para los padres y profesores. La intolerancia a la frustración también genera rabia y enojo, lo que puede ser perjudicial en las relaciones sociales y en el éxito académico, asegura la especialista.
Algunos niños son naturalmente más resistentes que otros, pero aquellos que no lo son pueden aprender a serlo con la orientación adecuada. Enseñar a nuestros hijos y alumnos a tolerar la frustración no significa que debamos de dejar que sufran innecesariamente, sino más bien ayudarles a encontrar maneras sanas y efectivas de lidiar con la adversidad. Apoyarlos a través de los desafíos y enseñarles a no sentir temor de fracasar, sino a considerar cada fracaso como una oportunidad para aprender y mejorar, insiste la experta.
Pautas para enseñar a nuestros hijos a tolerar la frustración
A continuación, Cristina Gutiérrez comparte algunas claves importantes que los padres y profesores podemos utilizar para ayudar a nuestros hijos y alumnos a desarrollar la tolerancia a la frustración:
- Practicar la paciencia. La experta considera que la principal habilidad que necesitamos para tolerar la frustración es la paciencia. Los niños necesitan aprender que las cosas a menudo llevan tiempo y que hay que ser pacientes.
- Normalizar la frustración. Debemos ayudarlos a comprender que la frustración y el fracaso son normales en la vida. Nadie es perfecto, y a veces las cosas simplemente no salen bien.
- Explorar las emociones. Los niños necesitan aprender que las emociones son una parte normal de la vida y que debemos aceptarlas. Podemos ayudarlos a procesar las emociones que están sintiendo y a encontrar maneras saludables para manejarlas.
- Fomentar la perseverancia. Alentarles a seguir adelante, incluso cuando están frustrados, es una habilidad importante para la tolerancia a la frustración. Hemos de impulsarlos a continuar trabajando hacia sus objetivos a pesar de los contratiempos.
- Enfocarse en el esfuerzo, no en los resultados. A menudo, nos solemos centrar en los resultados finales, como por ejemplo las calificaciones de los exámenes o los logros deportivos. En cambio, es importante centrarse en el esfuerzo que se realiza para lograr estos objetivos. Los niños que son elogiados por su esfuerzo a menudo desarrollan una actitud positiva para asumir nuevos retos.
- Enseñar habilidades de resolución de problemas. La habilidad de encontrar soluciones a los problemas puede ser difícil de desarrollar, pero es esencial para la tolerancia a la frustración. Podemos trabajar con ellos para enseñarles habilidades de afrontamiento y resolución de problemas.
- Fomentar la toma de riesgos. A menudo, los niños temen fracasar, pero es importante animarlos a tomar riesgos y a enfrentar nuevos retos. Podemos ayudarlos a darse cuenta de que tomar riesgos conlleva un cierto número de oportunidades y experiencias positivas.
Os animamos a ver el vídeo en la que la experta Cristina Gutiérrez responde personalmente a la pregunta de Mariano Sanz, director del colegio Ramón y Cajal, sobre por qué es importante trabajar la tolerancia a la frustración con los alumnos y cómo debemos involucrar a las familias en esta línea para que confíen en el aprendizaje que hay tras cada pequeño fracaso.