¿Sabemos el rol fundamental que tiene el juego en la vida de cualquier persona?
Principalmente en los niños, ya que a través de él exploran el medio, incorporan reglas, respetan tiempos de espera, incorporan habilidades sociales pero, sobre todo, aprenden.
Aprenden sobre ellos mismos, sobre su entorno y cómo relacionarse con él. A través de todo lo que incorporan modifican su modo de vincularse con otros y comienzan a insertarse en la vida en sociedad, de a poco incorporan nuevas formas, nuevos sonidos, nuevos modos, nuevas reglas. Todo para favorecer la socialización con el mundo que los rodea.
El juego, para ser verdaderamente un juego debe ser espontáneo y libre. El juego comienza y termina cuando el niño quiere. Si obligamos a un niño a jugar, ya no está jugando. Además debemos diferenciar el juego de las propuestas lúdicas que son formas de hacer un poco más divertidas algunas actividades obligatorias.
Por eso la importancia del juego es algo infinito. Ya que el juego dura toda la vida y nos mantiene conectados con una felicidad espontánea, sencilla y necesaria para seguir creciendo.
5 consejos para promover el juego en familia
- Dedicar tiempo de calidad. Dejar el móvil, la tv o el ordenador y dedicar tiempo 100% presente al momento de juego con tus hijos.
- Menos es más: No es necesario tener un plan completo y llenar el día de actividades, a veces basta unas horitas pero de aquellas que forman recuerdos para toda la vida. Ser conscientes de que la simplicidad de jugar durante un rato con una en familia aporta multitud de beneficios, tanto sociales como para el desarrollo de los niños.
- Desarrollar la paciencia. Un gran desafío. Primero hay que saber que son niños y la comunicación que tenemos que mantener con ellos es diferente a la que utilizamos con un adulto. Luego poder crear situaciones de juego acordes al espacio y al lugar para que no se generen situaciones conflictivas que nos hagan perder la paciencia rápidamente.
- Darle tiempo al aburrimiento. En los tiempos libres, en los cuales están aburridos es donde más se desarrolla la imaginación y creatividad. Fomentar esos ratos favorece el desarrollo del cerebro y la posibilidad de crear nuevos juegos en familia.
- Ser ejemplo. Todo aprendizaje se aprende a través de la imitación. Muéstrale tu lado lúdico, creativo, divertido. Permítete conectar con tu infancia, con tu niño/a interior.
“No dejamos de jugar porque nos hayamos vuelto viejos. Nos volvemos viejos cuando dejamos de jugar” Eliana Delacour