Uno de los motivos por el cual muchos padres dejan de llevar a contramarcha a sus hijos en el coche es que a estos no les gusta ir sentados de esta manera, y el “momento coche” se convierte en un calvario. La seguridad de nuestros hijos debe estar por encima de estas rabietas y enfados, y los expertos recomiendan que nuestros hijos vayan a contramarcha, como mínimo, hasta los 4 años, por tanto, si tu hijo es de los que no quieren ir sentados a contramarcha, te damos algunos consejos que pueden ayudarte a que él se lo tome de otra manera.
¿Qué podemos hacer para calmar a nuestro hijo?
Lo primero que tenemos que tener claro es que la seguridad de nuestro hijo está por encima de todo. Aunque llore, no le estamos haciendo ningún favor cediendo a sus peticiones. Por tanto, ante todo, ten la seguridad de que estás haciendo lo correcto. Tu prioridad es velar por la seguridad de tu hijo, y es lo que estás haciendo. Ahora bien, si podemos conseguir que él vaya contento, mejor. ¿Has probado con esto?
Utilizar el juego como herramienta
El idioma de los niños es el juego. A veces, los adultos pretendemos que nuestros hijos entiendan cosas que para ellos son difíciles de entender. En este sentido, es inútil que nuestro hijo de 3 años entienda que si va a favor de la marcha y tenemos un accidente, su cuello puede sufrir daños irreversibles. Para estos casos, lo ideal es recurrir al juego. ¿Y si nos inventamos que él tiene un papel muy importante en el coche porque es el vigilante de los coches que vienen por detrás? Intenta adaptar el juego a los gustos e intereses de tu hijo, seguro que encuentras alguna fórmula para que, utilizando el juego, tu hijo vaya contento a contramarcha.
Siéntate a su lado
Cuando son bebés, acostumbramos a ir sentados con ellos en el asiento trasero. Lo hacemos, sobre todo, para vigilar que todo va bien, y asegurarnos de que si le pasa algo (tiene una flema, tose…) estamos cerca para ayudarle. Está claro que esa ayuda deja de ser tan necesaria a medida que nuestro hijo crece, pero a lo mejor necesita tenernos cerca para llevar mejor el hecho de ir sentado mirando hacia atrás. Obviamente, esto solo es posible si no va solo un adulto en el coche. Aprovechemos esta situación para hacerlo.
Pon su música favorita
¿Y si el hecho de ir en la silla a contramarcha da unos poderes especiales a tu hijo que le permite elegir la música que vamos a escuchar durante el trayecto? Esto, no solo le hará sentir especial, sino que le llevará entretenido cantando sus canciones favoritas.
Dale algún objeto o juguete que le guste
Quizás ellos sienten un poco de inseguridad al no vernos, así que el hecho de utilizar un muñeco de peluche o algún juguete suave que le guste mucho puede ayudar a que se sienta más tranquilo. ¿Una tablet? Ya sabéis que no somos muy amigos de que nuestros hijos abusen de las pantallas, pero si es el único recurso que encuentras para que tu hijo vaya tranquilo, utilízalo en estos casos.
Ir siempre a contramarcha
Lo mejor que podemos hacer para evitar que nuestros hijos lloren o se quejen por ir a contramarcha es mantenerles así desde que nacen hasta pasados los 4 años, que es la edad mínima recomendada. En caso de que les hayamos volteado por error o por alguna situación en particular, es importante que la vuelta a la contramarcha seas constante para que se acostumbre a ir siempre así.
Si quieres obtener más tips relacionados con buenas prácticas de seguridad vial cuando viajamos con niños, descárgate la guía gratuita ‘Educando a bordo’.