Un niño con dificultades de aprendizaje tiene que hacer un esfuerzo académico cinco veces mayor para obtener un resultado muy por debajo de la media. Quizá no nos habíamos parado a pensar en esta complicada empresa que tienen delante y en muchas ocasiones se tiende a pensar que a estos niños les acompaña una falta de interés o de esfuerzo, pero lo cierto es que este problema les convierte en reactivos, en lugar de en proactivos, en lo que respecta al aprendizaje.
“Se tiende a pensar que a estos niños les acompaña una falta de interés o de esfuerzo”, José Ramón Gamo
El diplomado en Magisterio y socio fundador de Centros CADE (Centro de Atención a la Diversidad Educativa) José Ramón Gamo nos ha arrojado luz –y unas cuantas pautas– acerca de las dificultades de aprendizaje de nuestros hijos durante un webinar que hemos tenido con él este jueves 19 de enero y que puedes ver al completo a continuación.
Uno de los datos más llamativos que nos ha trasladado es el de que más de la mitad de los casos que se diagnostican como dificultades de aprendizaje se hacen por una intuición de las madres, que detectan que algo no va bien aunque no sepan lo que es. En este sentido tienen una conducta muy proactiva en la búsqueda de respuestas, aunque en muchos casos por parte de la escuela o de sus propias parejas lo que encuentren no sea un acompañamiento sino una normalización de la situación. Y es que de cada 100 niños en el mundo, el 20% presenta resistencia al proceso de aprendizaje lector y, de estos, más del 80% tienen una causa que lo provoca (dislexia, otitis mucosa… ) y solo el 20% es algo madurativo. “La cultura imperante es esperar a ver cómo evolucionan o que es madurativo para justificarlo, pero lo principal es la detección temprana, para que el problema no derive en una bola de nieve que pueda afectar a la autoestima o pueda generar un problema social”, nos explica Gamo.
Más de la mitad de los casos que se diagnostican como dificultades de aprendizaje se hacen por una intuición de las madres”, José Ramón Gamo
¿Qué podemos hacer los padres?
En muchos casos, las madres y padres van a atesorar “un conocimiento mayor que los propios maestros por el nivel de motivación que tienen respecto al problema de sus hijos. Van a congresos, hacen formaciones, leen mucho… Debiera ser al revés pero a día de hoy nos encontramos que la familia es la que va a ayudar y orientar a los profesores para tomar medidas con sus hijos“, matiza este maestro. Por ello, hay una serie de pautas fundamentales que se pueden llevar a cabo:
- Psicoeducación, es decir, aprender sobre el problema que tienen nuestros hijos
- Atendernos a nosotros mismos, es decir, el autocuidado. “Hay que buscar ayuda como personas cuidadoras porque nuestro hijo necesita tener en nosotros el mejor aliado“, insiste José Ramón Gamo.
- Atajar no los síntomas, sino el problema de raíz. Las familias suelen percibir el problema cuando se aproxima un fracaso escolar y atienden a esa urgencia, pero lo urgente es la causa. “Si yo contrato profesores de apoyo porque va mal en una asignatura eso solo es un síntoma, la expresión (la tos, el fiebre…), pero esto no es un problema que se solucione con apoyo o con refuerzo o repitiendo conductas porque se produce una experiencia emocional desagradable. Si no se comprende la causa, se suele atribuir a la vaguería o a la falta de esfuerzo y al final ni corregimos conducta ni la relación emocional y hacemos crecer la bola de nieve”, nos cuenta Gamo.Cuando hay conocimiento, cambia el lugar donde ponemos lo urgente y lo importante. Si fuera algo físico. Lo urgente es reeducar lo que está fallando en el cerebro que le impide a nuestro hijo acceder al proceso de aprendizaje con normalidad.
- Hacer un acomodamiento del perfil de escuela. “Nuestros hijos con dificultades de aprendizaje no encajan en determinados ecosistemas escolares para poder desarrollarse favorablemente. Si nos empeñamos en determinada escuela podemos acrecentar el problema. A veces vemos el resurgir de nuestro hijo cambiándole de contexto”, prosigue.
“Estamos en una tasa del 20% de fracaso escolar en España y la principal causa son las dificultades de aprendizaje”, José Ramón Gamo
¿Qué podemos hacer los maestros?
Explicar, con evidencias, el problema del niño a sus padres para que sean conscientes del mismo. “Estamos en una tasa del 20% de fracaso escolar en nuestro país y la principal causa son las dificultades de aprendizaje. La experiencia dice que estos niños con trastorno de neurodesarrollo salen para adelante, y aunque suponga un hándicap, pueden tener una normalización en cuanto a nivel formativo porque estos problemas no cursan con una afectación intelectual. Pero es importante la alineación de la escuela y la familia y, sobre todo, la decisión y la inversión familiar, porque no es un proceso corto ni barato. Y desde el ámbito público hay una carencia en este tipo de recursos. Al final, la evolución de estos niños depende de la inversión familiar y el capital social es la formación de nuestros hijos“, concluye este profesor.
“El capital social es la formación de nuestros hijos”, José Ramón Gamo
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