¡Empieza el cole! Aún estamos a tiempo de corregir estos errores para triunfar en la vuelta a las clases

¿Estamos a tiempo de rectificar si no nos está funcionando lo que estamos llevando a cabo? ¿Qué trucos podemos utilizar? Nuestra experta Sara Noguera, de Kimudi crianza, nos ayuda a reconducir la gestión de lo que en Educar es todo llamamos 'período de vinculación'.

Estos días volvemos todos al cole. Nuestros hijos, porque mochila a la espalda van a adentrarse en una clase nueva, quizá con un maestro diferente, con aprendizajes nuevos y con compañeros que a lo mejor no conoce. Y nosotros, porque regresamos a la rutina, experimentamos cómo nuestros hijos crecen, avanzan en etapas y recuperamos ese día a día plagado de extraescolares, trabajos y vuelta a la ‘normalidad’.

 

 

Al fin y al cabo nosotros somos adultos. Y aún así necesitamos nuestro tiempo de adaptación a los cambios. Pero ¿qué pasa con los niños? Queremos no solo que se adapten y reconozcan ese nuevo espacio, sino también que se vinculen a otro adulto mientras sus figuras de referencia no están. Pensemos que van a estar de media entre 5 y 8 horas con otros adultos y hemos de conseguir que cuando lo necesiten sean capaces de recurrir a ellos.

 

Vale, ya estamos inmersos en esa vuelta a las clases. ¿Entonces ya no estamos a tiempo de poner en marcha recursos para llevar a cabo una adaptación respetuosa y realista? Por supuesto que sí. Aquí te dejamos algunos trucos y herramientas a las que podemos recurrir durante estas semanas, y que ya nos avanzó Sara Noguera, especialista en crianza respetuosa, fundadora de Kimudi crianza y madre de cuatro hijos en un directo que podéis volver a ver en nuestras redes sociales o pichando aquí:

 

  • Cuanta más naturalidad y constancia aportemos nosotros al proceso, con mayor facilidad se van a vincular a sus nuevos maestros.
  • Si no podemos estar en el aula mientras él o ella explora (e irnos una vez que se sienta cómodo) hagamos todo lo posible para, conociendo a nuestro hijo, ponérselo fácil.
  • Al despedirnos, entremos juntos y démosle un achuchón y un beso. Si se pone a llorar calmémosle la primera vez. Después, permitamos que se genere el vínculo con ese adulto que va a cuidarle y a acompañarle.
  • Marquemos el tiempo y la hora de recogida no en horas, sino en acciones (después de comer, cuando salga al patio, antes de merendar…).
  • Evitemos decirle “¿me has echado de menos?”. Esta frase les crea confusión y más culpabilidad en pleno proceso de adaptación.
  • Si no quiere ir, validemos, pongámonos de ejemplo y preparemos algo atractivo para cuando salga del colegio.
  • Ofrezcámosle mapas mentales: expliquémosle en primer lugar los elementos estáticos que se va a encontrar (mobiliario), después los que están en movimiento (personas) y, por último, las posibles acciones, actitudes y reacciones que se puede encontrar.
  • Comunicación fluida con el maestro: que nos vea hablar con él al dejarlo y al recogerlo.

 

Además de estos tips, podemos hacer uso de dos recursos que, según Sara Noguera, podemos adaptar a las necesidades y gustos de nuestro hijo o nuestra hija.

 

  1. Recurso del corazón: Nos pintamos un corazón en la mano tanto nosotros como nuestro hijo (podemos optar por otro dibujo, un coche, un unicornio… lo que más les guste) y así nos sentiremos más cerca. Cuando nos necesitemos podremos darle un beso a ese dibujo y el otro lo sentirá en su mano.
  2. Recurso de la mochila: Preparemos por la mañana la mochila, y al ir metiendo cada objeto hablemos de un recuerdo que tiene él con ese objeto, de otro recuerdo que tengamos nosotros y de algo que podamos hacer con ese objeto en el cole, de un uso que le vayamos a dar.

 

Picture of Lara Fernández

Lara Fernández

Periodista especializada en Educación y maestra de Educación infantil. Esta periodista que lleva ejerciendo 21 años en diferentes medios de comunicación escritos y audiovisuales cumplió en 2021 su principal sueño: convertirse en mamá. Fue también su gran lección de vida al darse de bruces con la AD y la AS. Tres años antes se había graduado como maestra de Educación Infantil y se había especializado en crianza y actividades sensoriales para niños. Todo ello le ha permitido desarrollar tres de sus grandes pasiones: la comunicación, la infancia y la educación. Tres pilares básicos porque, como ella misma suele decir: "La educación es el traje que elegimos los padres para que nuestros hijos puedan bailar en la vida"

Añade aquí tu texto de cabecera

Añade aquí tu texto de cabecera