Decía Albert Einstein que todos somos “unos genios, pero si juzgamos a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, pasará toda su vida creyendo que es un estúpido”. Con nuestros hijos sucede lo mismo.
Cada uno tiene unas potencialidades. De esta misma manera, en la película de ‘Vaiana 2’ (que se estrena en cines el próximo 29 de noviembre) esta vez acompañan a nuestra protagonista para unirse a la tripulación: Loto, una ingeniera inventora que crea maquetas de canoas y barcos; Moni, un joven historiador que conoce todas las tradiciones, es profesor de los niños del pueblo y tiene una fuerza desmesurada; y Kele, un anciano con amplia sabiduría en la plantación y obtención de alimentos. Cada uno va a aportar su fuerte y cada talento es diferente. Como en la película de Disney, no hay dos personas iguales y tenemos que ampliar la visión sobre el concepto de inteligencia o de talento que tenemos tan extendido hoy en día. Ser talentoso no significa necesariamente obtener buenos resultados académicos. Las fortalezas o potencialidades vienen dadas de múltiples formas y por múltiples vías. Nuestro hijo puede tener una enorme capacidad resolutiva, una increíble creatividad, buena mano para resolver conflictos, puede ser empático y sensible con los demás… Y en nuestra mano está fomentar esas habilidades que le hacen diferente, que fortalecen su autoestima y que le llevan a conseguir cosas maravillosas.
El experto en talento y liderazgo Fernando Botella suele decir que educar “es mágico si sabemos lo que al niño le mueve”. Para ello los padres y madres tenemos la responsabilidad de ayudarle a descubrir ese talento y, por supuesto, tratar de potenciarlo. Y es que en la actualidad tendemos a focalizarnos en lo negativo: si le hace falta un refuerzo en matemáticas pero es brillante en dibujo, nos centramos en esas clases de apoyo y en incidir constantemente en los números. Cuando, tal vez, podríamos pararnos a reflexionar de qué manera podemos también potenciar ese talento que tiene con la faceta más artística. Por ejemplo, en la película de ‘Vaiana 2’, la protagonista decide potenciar su talento, el de navegar y descubrir nuevos horizontes, y aunque necesita una canoa más grande, no decide aprender cómo crearla, sino que esa tarea la delega en Loto, mientras ella se centra en organizar el viaje.
¿Y cómo lo hacemos? Para empezar, Botella nos invita a no romper la creatividad de nuestro hijo simplemente porque pensemos que no es un artista. Porque si lo hacemos impediremos, cuando sean adultos, que puedan ser capaces de buscar alternativas a los problemas que les surjan. Porque queremos que nuestros hijos sean adultos con inquietudes, despiertos, proactivos, abiertos a hacer cosas nuevas… pero si no lo fomentamos desde que son pequeños difícilmente lograremos que lo sean.
Seguidamente podremos:
- Observar a nuestro hijo
- Despertar su curiosidad
- Dejarle su tiempo
- Ofrecerle oportunidades
- Acompañarle
- Estimular ‘el hacer’
- Ayudarle a desarrollar su cerebro
- Motivarle
- Trabajar en equipo
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao, por su parte, advierte que la creatividad sin esfuerzo se queda en imaginación. Por lo tanto, también es necesario inculcar a nuestros hijos el valor de la espera, del tiempo, de la paciencia, y de la perseverancia. Nuestros hijos son como semillas. Es decir, ellos ya tienen el talento en su interior. Ya tienen lo que les hace falta para convertirse en aquello que son en potencia. Lo único que tenemos que hacer los padres y madres, y es a lo que nos invita Jaume Roset, coach experto en talento, es crear las condiciones adecuadas para que ese talento, esa potencialidad, brote por sí solo. “Confiemos en nuestros hijos”, pues.
Es aquí donde entran en escena las inteligencias múltiples, una visión desarrollada por el psicólogo Howard Gardner, que destierra definitivamente la idea de una inteligencia única que sirva para todo y que convierta a las personas en inteligentes. Lo que promueve esta teoría es que existen un conjunto de inteligencias y que cada persona tiene más desarrolladas unas que otras. Así, encontramos:
- La inteligencia lógico-matemática (en la película esta inteligencia la poseería en mayor medida Loto, la ingeniera inventora que crea maquetas de canoas y barcos)
- La inteligencia lingüística (Moni, como profesor, tiene una habilidad lingüística considerable)
- La inteligencia espacial (Loto volvería a destacar en este talento)
- La inteligencia corporal-cinestésica (en este punto podemos resaltar a Moni)
- La inteligencia musical
- La inteligencia naturalista (aquí podría destacar Vaiana, nuestra protagonista, una amante del mar y la naturaleza, así como Kele)
- La inteligencia intrapersonal
- La inteligencia interpersonal (de nuevo, Moni, como docente especialista en la infancia, es capaz de promover esta inteligencia e inculcársela a los niños)
En definitiva, la teoría de las inteligencias múltiples tiene enorme impacto en el desarrollo del talento de nuestros hijos y así lo recoge también Ken Robinson, uno de los firmes defensores de este paradigma que se aplica actualmente en no pocos centros educativos.