Imaginemos que nuestro hijo se encuentra en esta situación. Un niño se ha caído y se ha hecho daño. Los amigos llaman a tu hijo para reírse del niño caído. Tu hijo no quiere participar en esa burla, pero no sabe cómo decir no a sus amigos, por miedo a que le den de lado y porque nadie le ha enseñado que está en su derecho de expresar su negación.
Tanto nosotros como padres y madres como el propio niño hubiésemos preferido decir no, pero sin las herramientas necesarias no podemos sentirnos seguros como para expresar el “no” sin temor.
La infancia es la etapa en la que tenemos que enseñar a los niños y niñas a decir no, porque cuando vayan creciendo se van a encontrar, cada vez con más frecuencia, situaciones que no van a ser de su agrado o se van a sentir presionados por hacer algo que no quieren hacer. Por ejemplo, les invitan a fiestas a las que no les apetece ir y no saben cómo rechazarlas; por presión social empiezan a fumar a pesar de que no quieren; no se atreven a expresar su opinión porque creen que se van a reír de ellos, etc.
Si hemos reforzado desde que son pequeños la importancia de defender su posición y su pensamiento crítico, le será más fácil expresar su opinión cuando no se siente a gusto.
Esta capacidad para decir no se practica a través de la asertividad. Esta habilidad implica ser capaces de comunicarnos con los demás a través de la empatía y el respeto, y permite crear “relaciones sociales saludables”. Ser asertivos les permitirá, como nos explica Nacho Marco Martí, director de la Escuela Marcais en nuestro curso “Jugando a educar”, defender sus derechos al mismo tiempo que respetamos los de los demás.
También esta asertividad les proporcionará autonomía. Si no la practican los niños y niñas, en un futuro se sentirán “pasivos”, “sometidos” y “se dejarán llevar”. La forma de comunicarnos con los demás será agresiva, pues no sabremos ni reaccionar ante lo que nos dicen ni expresar nuestra opinión.
Claves para enseñar a nuestros hijos a decir no
Para que nuestros hijos se vayan entrenando en el reto de la asertividad y de aprender a decir no, Marco Martí nos da varias claves:
- Ser un buen ejemplo: Nuestros hijos nos tienen de ejemplo para todo. Si ven que no sabemos cómo expresar nuestra opinión sin respetar la de los demás, se comunicarán con los demás con agresividad. Si queremos enseñar a nuestros hijos e hijas a decir no, empecemos nosotros por practicarlo.
- Facilitar un buen clima de comunicación: Nuestra casa debe ser un lugar sin juicios, donde nuestro hijo pueda expresarse sin miedo.
- Enseñarles a comunicar lo que sienten sin dañar a nadie: Podemos expresar nuestras emociones siempre teniendo presente al otro, es decir, empatizando con los demás.
- Aceptar que pueden estar equivocados: Siempre pueden expresar su opinión, pero eso no significa que lleven razón. Hay que enseñarles a respetar la opinión de los demás y que muchas veces vamos a estar equivocados.
- Mostrarles los beneficios de decir no: Poco a poco irán viendo que, para ser una persona completa, hay que tener criterio propio y pensamiento crítico. Decir no les servirá para sentirse mejor con ellos mismos.
- Potenciar su autoestima: Muchas veces no se atreverán a decir no porque tienen un autoconcepto de ellos mismos muy bajo. Por eso, reforcemos su autoestima, por ejemplo, cambiando expresiones negativas como “no te has atrevido a hacer eso” por “qué bien que con tu esfuerzo has mejorado desde la anterior vez y has dado un paso adelante”.