Niños abriendo y abriendo paquetes sin parar ni pararse a mirar muy bien qué había dentro, montañas de paquetes rodeando el árbol de Navidad y haciendo imposible caminar por el salón, niños que en el Telediario cuentan que los Reyes Magos les han traído las dos cosas que han pedido y 10 juguetes más que no habían pedido. ¿Nos estamos pasando? ¿Es esto malo para la educación de nuestros hijos? Recurrimos a expertos educativos para responder la pregunta de los niños hiperregalados.
Niños hiperregalados. ¿Es malo para la educación de nuestros hijos?
Problema nº 1: Niños con “empacho juguetil”
Alberto Soler también piensa que los niños reciben excesivos regalos: “Por supuesto que el niño se merece un regalo, pero es que nunca es UN regalo: es el regalo de los padres, el regalo de los abuelos, es el regalo de los tíos, es el regalo de los amigos, es una montaña de regalos para niños que ni siquiera han aprendido a pedirlos”. Y se pregunta: “¿qué pasa con el juguete de la semana pasada, si ahora tenemos uno mucho más atractivo? ¿Cómo podemos disfrutar de quince o veinte regalos a la vez, si nos juntamos con todo esto en los cumpleaños y la Navidad?”. Al final, “los juguetes no son objetos valiosos, sino trastos”.
Alberto se muestra de acuerdo con María. Cuando éramos niños teníamos una pelota y la recordábamos con cariño, pero ahora “las cosas han cambiado y los niños no tienen una pelota, sino una bolsa con 100 pelotas de colores para que se monten su propio parque de bolas en casa. Así, el valor de cada pelota disminuye”. De hecho, muchos de los regalos no tienen valor porque “no les hemos dado la ocasión de desear esos objetos”.
Problema nº 2: Sustituir la conexión con los niños por los juguetes
Alberto lamenta que “hayamos olvidado cómo jugar y le demos el regalo, le hagamos una foto” mientras lo desenvuelve y le dejemos jugando y pasemos a otra cosa “en vez de estar tirados en el suelo jugando”. Cree que “les estamos acostumbrando a llenar ese vacío de nuestra presencia con cosas”.
Clave nº 1: Limitar el número de juguetes que entran en casa
Últimamente está teniendo mucha difusión la regla de los cuatro regalos:
- Algo de ropa, calzado o complementos, porque los niños crecen muy rápido y siempre lo necesitan.
- Algo para leer.
- Algo que realmente les haga ilusión
- Algo que necesiten, como material para una extra escolar.
María Soto reconoce que muchos padres le preguntan qué regalar a sus hijos. Y su respuesta es más simple que esta regla: regalémosles “lo que ellos quieran”. Para María, no tiene sentido pasarse “el año haciendo pequeños monstruitos consumistas y precisamente, en la noche más mágica del año regalarles algo que necesiten”.
Clave nº 2: Apostar por juguetes que alimenten su creatividad y con los que jugar juntos
María Soto señala que “en nuestra casa decidimos hace tiempo regalarles TODOS LOS JUGUETES DEL MUNDO en tres cajas: una con materiales ( pegamentos, pinturas, pinceles, tijeras, cintas, corchetes, gomets, etc) , otra con papel para reciclar y otra con materiales diversos que vamos reutilizando ( cartones, telas, cartulinas, lana, restos de envases)…” y nos cuenta que “esta semana hemos hecho un telescopio, unos walkies, regalitos para agradecer el año a los abuelos, un coche teledirigido y un avión de papel para el regalo de cumple de Xabi, porque seguro que eso aún no lo tiene… 😉”.
Alberto Soler, por su parte, considera que el principal criterio para seleccionar los regalos es apostar por “juguetes con los que nosotros estemos dispuestos a pasar tiempo jugando con nuestros hijos”, porque, concluye, “el mejor regalo para vuestros hijos es el que va acompañado de tiempo para disfrutar juntos”.
Imagen de portada: Andrew Neel /Unsplash