Yo soy capaz
Esta es, seguramente, una frase que nos gustaría que nuestros hijos dijeran de sí mismos. Y esta es la frase que puede decir un niño que María Soto se suele cruzar por la calle y a quien sus padres han educado con confianza, con afecto y con valentía, transmitiéndole, sin duda, que él es capaz.
Frases prohibidas: “Empieza el curso… y se te acaba lo bueno”
Por mucho que tengamos derecho a manifestar nuestra tristeza por el final del verano y a decir que nuestros hijos están asilvestrados con las vacaciones, ¿es positivo recibir el curso con quejas, amenazas y diciendo, en definitiva “se te acaba lo bueno”?
Frases prohibidas: “Sí, sí, te escucho” (mientras mira para otro lado)
A todos nos gusta sentirnos escuchados y que nos miren cuando estamos hablando. A nuestros hijos, claro, también. ¿Cómo contribuir a que nuestros hijos sientan que los escuchamos activamente y con interés? Lo vemos con la historia de Olga y su noticia importante.
Frases prohibidas: “Es fácil que el niño me haga caso, le doy un guantazo y ya. El problema es el adolescente, con él no valen los guantazos”
Tirando del hilo de una escena real en una escuela de padres, hablamos de cómo sentar las bases en la infancia de una buena relación con nuestros hijos y cómo lo que sembramos en la infancia se recoge en la adolescencia. Y, como dice Eva Bach, apostamos por sembrar empatía, asertividad, ternura, escucha, límites y negociación.
Frases prohibidas: “Este niño no tendrá éxito en nada”
Si un niño no atiende en clase o en casa, a veces saltamos como un resorte a sentenciar que su futuro será un fracaso. Pero la historia del gran protagonista de los Juegos Olímpicos de Río nos demuestra lo equivocada que es esa frase y subraya la importancia de ayudar a ese niño a encontrar su talento o su elemento.