A estas alturas seguro que habrás visto un vídeo sobre diferentes trabajadores que hablan con una persona a la que no ven de los horarios laborales. Más de medio millón de personas ya lo han podido ver y se han sorprendido. Hablamos con la persona que ideó esta campaña, Eva Bailén.
Pero antes de seguir leyendo y para que el vídeo te sorprenda, mejor que lo veas.
Sorprendente, ¿verdad? Detrás de esta campaña impulsada por la plataforma Change.org, está Eva Bailén, ingeniera de telecomunicaciones, bloguera y madre de tres hijos. Eva nos cuenta por teléfono que inició la petición de recogida de firmas en Change.org para la racionalización de los deberes como “una campaña personal, de derecho al pataleo”. El hijo mediano de Eva, entonces en 5º de Primaria, se pasaba tres horas por las tardes haciendo deberes y Eva considera que “no era necesario estar tres horas haciendo deberes y copiando enunciados, no tenía sentido”. Al abrir el debate en su entorno, vio que “no había mucha sensibilidad sobre el tema, te dicen que es lo que hay, los deberes son un tema tabú, aunque luego los padres y madres se quejen en el parque. Incluso otros padres me decían que cambiara a mis hijos del colegio”. Por eso, lanzó esta campaña tras asesorarse con expertos como Catherine L’Ecuyer (que colabora con Gestionando Hijos). . “En un día había recogido 1.000 firmas”, recuerda, e incluso recabó apoyos de maestros, como Alfonso González Balanza, profesor de Secundaria que publicó en el blog de Eva una carta muy elocuente: “Yo confieso”.
La campaña ha tenido mucho eco, ha llegado a ser objeto de un reportaje en El País, pero necesitaba un empujón, especialmente, dice Eva, para “sensibilizar a ese sector de la sociedad que piensa que con esta petición estamos sobreprotegiendo a los hijos”. Personas voluntarias se prestaron a este experimento que deja claro que nuestros hijos “tienen una jornada ‘laboral’ que los adultos no aguantaríamos”. Eva Bailén y el equipo de Change.org idearon este vídeo que el diario El Mundo difundió en primicia y de cuyo alcance, confiesa Eva, “no era consciente”. En 24 horas 200.000 personas han visto el vídeo.
Frente a las posibles críticas de que esta campaña desautoriza a los profesores o que, exigiendo menos deberes, padres y madres se vuelven acomodaticios, Eva lo tiene claro: “Los deberes no molestan a los padres, conozco casos de algunos padres y madres que han pedido deberes hasta en último año de Infantil (niños y niñas de 5 años) para tener a los niños entretenidos. Nos dicen que al quejarnos por la cantidad de deberes no nos implicamos en la educación de nuestros hijos. Pero es al contrario, sí nos implicamos y vemos que los deberes no son adecuados. Queremos que los deberes sirvan para algo”. Eva recuerda que, cuando ella estudiaba, “no hacíamos deberes hasta 6º de EGB”. Y para ella, la alterativa está clara, “que lean”. Esta es también la postura de Lucía Galán, la famosa bloguera “Lucía mi pediatra”, que impartirá con nosotros un taller en diciembre. Eva solicita que la política con los deberes sea parte de la programación de centro y así los padres puedan elegir si llevar a su hijo a un centro donde suelen mandar muchos deberes o no. Frente a las personas que puedan pensar que la campaña de Eva desautoriza a los profesores, Eva admite que el profesorado escucha muchas quejas de padres y madres, si bien considera que “hay quejas que tienen sentido y hay que escucharlas”.
Eva Bailén sabe muy bien cómo se sienten los niños y niñas ante los deberes: “Si no los hacen porque no los han entendido, les ponen un punto negativo. Así el niño no desarrolla la autoridad ni el hábito de estudio, desarrolla un miedo”. “Si no los hago, BRONCA”, dice el misterioso interlocutor en el vídeo viral. Precisamente lo que mueve esta campaña es la defensa de los intereses de los niños, que, afirma Eva: “tienen derecho a disfrutar de un infancia relajada. Los profes no deberían pasarse con los deberes ni los padres con las extraescolares”.
Este vídeo probablemente haga que el tema de los deberes se cuele en la precampaña electoral, pero Eva recuerda que esta es una campaña de sensibilización y que “lo bueno es que el cambio en este campo puede venir sin imponerse, gracias a la sensibilización de profesores, profesoras y familias”. Eva cuenta que en el colegio al que asistía su hijo el año pasado (este curso estudian en otro porque la familia se mudó) le han contado que ya casi no mandan deberes. Eva se muestra muy esperanzada con la posibilidad de que se racionalicen los deberes: “Es cuestión de ir poco a poco”
