Nuestros hijos a veces sienten que no pueden decidir nada en su vida y en vez de recibir nuestras indicaciones como consejos, las reciben como órdenes autoritarias que coartan su capacidad de decisión.
Si nuestros hijos perciben que no tienen opciones, que nada está en sus manos y que su vida se maneja “desde fuera”, van a pedir espacio de la forma que han aprendido: intentando imponerse.